Australia anunció un plan para eliminar el uso de bombillas incandescentes y reemplazarlas con unidades fluorescentes compactas más eficientes para ayudar a conservar el ambiente.
El ministro australiano del ambiente Malcolm Turnbull expresó que al reemplazar las viejas bombillas, el país ayudaría a eliminar ochocientas mil toneladas de emisiones de gas de invernadero para 2012 y disminuiría el costo de la iluminación residencial en un 66%.
Bajo el plan de Turnbull, la venta de las bombillas incandescentes, que pierden la mayor parte de su energía mediante el calor, se iría prohibiendo gradualmente.