Miembros de las Comisiones Judiciales del Senado y de la Cámara de Representantes desean interrogar a Karl Rove, principal asesor político del presidente Bush, acerca del papel que desempeñó en los polémicos despidos de ocho fiscales.
Según el senador demócrata Charles Schumer, de Nueva York, parece que gente de alto nivel en la Casa Blanca estuvo profundamente involucrada en la decisión, en diciembre pasado, de despedir a fiscales federales, algunos de los cuales habían sido criticados por legisladores republicanos.
Los despidos han generado una tormenta política. Schumer exigió la renuncia del secretario de Justicia, Alberto González, por lo que el senador define como una “purga”.
Uno de los abogados despedidos, David Iglesias, de Nuevo México, dijo haber recibido llamadas de dos legisladores republicanos antes de las elecciones de mitad de período el año pasado, preguntando si una investigación sobre corrupción en la que estaban involucrados demócratas iba a generar acusaciones antes del proceso electoral.
Él dijo haberse sentido “presionado” por las llamadas.