En las calles de Mogadiscio, capital de Somalia, reina una relativa calma hoy, viernes, tras más de una década de intensos enfrentamientos.
Las tropas de los gobiernos de Somalia y Etiopía patrullan las calles de la devastada ciudad en busca de insurgentes islamicos.
Se informa de por lo menos un saqueo, en el que hombres vestidos de militares robaron computadoras y otros bienes de una planta embotelladora de Coca Cola.
La Organización pro Derechos Humanos Elman, un grupo local que hace seguimiento al número de víctimas del conflicto, sostiene que unas 400 personas han muerto en los últimos nueve días, mientras fuerzas aliadas de Etiopía y Somalia llevaban a cabo una ofensiva para eliminar a los insurgentes.
El primer ministro de Somalia, Ali Mohamed Gedi, anunció que las fuerzas aliadas capturaron una importante porción de territorio antes controlado por rebeldes.
El líder proclamó la victoria contra los insurgentes en una entrevista con Associated Press.