Astronautas a bordo de la estación espacial internacional comenzaron una actividad extra vehicular que incluirá deshacerse de equipo que ya no es necesario.
Este lunes, el astronauta de la NASA Clayton Anderson arrojará un tanque de amoníaco del tamaño de un refrigerador.
El tanque fue enviado para proveer refrigerante de emergencia en caso de una fuga, pero nunca se necesitó.
Controladores de vuelo esperan que el tanque de amoníaco orbite durante unos 11 meses antes de que reingrese a la atmósfera terrestre y se queme.
Anderson también arrojará otros artículos, incluyendo un equipo para montar una cámara.
NASA dice que los elementos tenían que ser descartados antes del plazo de 2010 para la finalización de todos los vuelos de los transbordadores espaciales.
Otras tareas que se realizarán durante la actividad extravehicular de hoy, incluyen la limpieza de escombros de una compuerta de acoplamiento.