Tres importantes compañías de telecomunicaciones estadounidenses rehusaron responder preguntas del Congreso sobre su posible participación en un programa para entregar datos telefónicos de estadounidenses a agencias de inteligencia, sin órdenes judiciales.
El lunes, miembros del Congreso dijeron que las empresas declinaron responder preguntas, indicando que el gobierno federal les ha prohibido proveer información en relación a actividades secretas de inteligencia.
Los legisladores están debatiendo una actualización de la ley que regula la vigilancia de actividades dentro de las fronteras de Estados Unidos.
El presidente Bush ha exigido que la norma incluya inmunidad retroactiva, de responsabilidad, para las firmas de telecomunicaciones que participaron en los programas de vigilancia, sin órdenes judiciales.
Los demócratas, de oposición, han dicho que quieren saber qué hicieron las compañías, antes de que considerar el otorgamiento de inmunidad.
El programa de vigilancia doméstica permite escuchar llamadas telefónicas internacionales y vigilar mensajes electrónicos entre personas en Estados Unidos y presuntos terroristas, en el exterior.