El primer ministro libanés, Fuad Siniora, declaró a este lunes como un día de duelo, después que el domingo siete personas murieran durante violencia callejera en Beirut.
Escuelas y universidades en todo el país están cerradas y las autoridades tratan de determinar exactamente qué sucedió el domingo.
Manifestantes contra el racionamiento de energía habían bloqueado las principales calles con llantas incendiadas.
Soldados libaneses dicen que dispararon al aire para disolver la manifestación. Siete manifestantes fueron muertos a tiros y por lo menos 29 resultaron heridos, pero no está claro quién fue responsable por disparar contra ellos.
Un reconocido manifestante del opositor grupo chiíta Amal se encuentra entre las víctimas.
Más tarde el grupo exhortó a sus miembros a mantener la calma.
Por su parte, el primer ministro, Fuad Siniora, a través una declaración, indicó que el Líbano atraviesa tiempos difíciles y peligrosos.