La policía chilena arrestó a casi 500 estudiantes, el jueves, luego de protestas suscitadas en todo el país en busca de mejoras al sistema educativo.
En la capital, Santiago, la policía disparó gas lacrimógeno y cañones de agua para dispersar multitudes de manifestantes.
Miles de estudiantes se sumaron a las protestas en Valdivia, Concepción, Temuco y Valparaíso, llamando a rechazo de regulaciones educativas publicadas durante la dictadura de Augusto Pinochet.
Los manifestantes también exigen transporte gratuito para los estudiantes.
La presidenta chilena Michelle Bachelet introdujo un proyecto de ley para modificar las leyes educativas pero estas aún no han sido aprobadas.
Protestas similares ocurrieron en 2006.