Las autoridades chinas aumentaron las medidas de seguridad en la plaza Tiananmen de Beijing, previo al aniversario de la represión gubernamental contra manifestantes pro-democracia, que se cumple este miércoles.
Policías de particular usaron cámaras de video para monitorear las actividades de la gente que pasaba por la plaza, en la capital china.
Los gobernantes comunistas chinos prohibieron toda discusión interna del incidente del 4 de junio de 1989, cuando fuerzas militares reprimieron a los activistas.
El gobierno nunca dio un informe pleno de la situación, pero se cree que cientos, si no miles, de manifestantes resultaron muertos.
El Departamento de Estado norteamericano exhortó a China a que dé a conocer el números de víctimas fatales, detenidos o desaparecidos y llamó a la liberación de los que aún están detenidos por participar en las protestas.
El grupo Human Rights Watch, con sede en Nueva York, calcula que unas 130 personas aún están detenidas.