Los grupos rivales libaneses de la norteña ciudad de Trípoli firmaron un acuerdo de reconciliación con la finalidad de detener la creciente violencia sectaria.
Por lo menos 22 personas han muerto como consecuencia de la violencia en el puerto de la ciudad, desde el mes de mayo.
Los enfrentamientos se registran principalmente entre sunitas y alawitas, una rama de los shiítas.
El acuerdo de seis puntos firmado el lunes, propone abandonar el uso de la fuerza, el despliegue del Ejército del Líbano y compensaciones o ayudas para aquellos cuyas casas fueron dañas o destruidas durante los enfrentamientos.
El primer ministro libanés, Faud Siniora, tomó parte de las reuniones de conciliación.
Posteriormente, en una declaración emitida por televisión, Siniora dijo que Trípoli necesita ser una ciudad libre de armas, porque las armas no protegen a nadie.