Hace diez años, en una de las campañas populares más exitosas que vio el pueblo venezolano, Hugo Chávez llegó a la presidencia de Venezuela.
Desde entonces, “Venezuela, ya nunca será igual”, publicó el diario venezolano La Nación un día después de las elecciones del seis de diciembre de 1998.
El fin de semana, cientos de seguidores empezaron a llenar las calles de Caracas y otros puntos de concentración como la plaza Bolívar, Miranda y la avenida Urdaneta.
Todos vestidos de rojo, se reunieron dispuestos a celebrar lo que para ellos es un día de regocijo y triunfo: los diez años de Hugo Chávez en el poder.
Chávez agradeció el apoyo del pueblo y ofreció un discurso para impulsar la enmienda constitucional que podría llevarlo a ser presidente de manera indefinida.
Sin embargo, ya no todos celebran con el mismo fervor de hace diez años.
Para muchos, Chávez - quien pasó de ser militar “golpista” a presidente de Venezuela y de estar dos años en la cárcel para luego construir un fenómeno político que desbarató el sistema bipartidista venezolano - ha dejado de ser un héroe para convertirse en un villano.
El Chávez del 6 de diciembre de 1998, “era un hombre de equipo, con capacidad para dialogar y entender las diferencias”, dijo el ex presidente de la Asamblea Nacional Constituyente y buen amigo del presidente venezolano, Luis Miquilena al diario La Nación de Venezuela.
Miquilena dijo, que tales “capacidades”, parecen ya no formar parte del actual gobierno.
Quienes ahora critican a Chávez lo acusan de ser autoritario y de manejar un gobierno poco flexible y sin transparencia.