Un periodista murió el lunes tras ser baleado dentro de su vehículo en el sur de México, informó la Fiscalía. Con su muerte ya suman 15 comunicadores que han sido asesinados en ese país en lo que va del 2022, considerado el año más mortífero para la prensa mexicana.
El periodista Fredid Román, quien era director y propietario del periódico La Realidad, que circuló durante décadas en el estado sureño de Guerrero, fue asesinado dos meses después de que su hijo Bladimir corriera la misma suerte.
Pedro Román, sobrino de la víctima, atribuye el asesinato a la banda criminal Los Ardillos. “Se entiende que la represalia es porque Fredid, preocupado por la inseguridad del Valle, [quería que] se estableciera una base de la policía estatal o Guardia Nacional aquí en el Valle, lo cual no aconteció”, dijo.
El presidente Andrés Manuel López Obrador destinó 40 segundos de su conferencia diaria al asesinato del reportero.
“Ya estamos atendiendo, es un lamentable caso de asesinato de este periodista. Primero mi abrazo, mi tristeza por este crimen”, afirmó el presidente mexicano.
Según estadísticas de la organización Artículo 19, el año más mortal para la prensa en México había sido 2017, con 12 asesinatos. El gobierno insiste en que ha habido detenciones pero solamente de autores materiales. Nada se sabe de quiénes ordenan los asesinatos.
El Ministerio Público dijo en un comunicado que personal de esa dependencia y de los Servicios Periciales se trasladaron al lugar donde ocurrieron los hechos para iniciar las investigaciones.
Medios locales informaron que Román, quien también se desempeñaba como columnista, fue baleado dentro de su vehículo en la ciudad de Chilpancingo.
El representante en México del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ), Jan Albert Hootsen, expresó que la organización ya se comunicó con el medio donde Román publicaba sus columnas y que le informaron que no tenían conocimiento de amenazas previas.
El periodista fue asesinado horas después de haber enviado su última columna, titulada “Crimen de estado sin culpar al jefe”, en la que abordó el informe que presentó la semana pasada el subsecretario de Gobernación y presidente de la Comisión de la Verdad del caso Ayotzinapa, Alejandro Encinas, sobre la desaparición de 43 estudiantes de magisterio en la ciudad de Iguala, estado de Guerrero, hace ocho años, y la detención del exprocurador Jesús Murillo Karam por los delitos de desaparición forzada, tortura y contra la administración de justicia.
“Lo único nuevo es la interpretación nueva que se le da a esta tragedia; 'crimen de Estado'”, dijo en su columna Román.
“Si fue un crimen de Estado, por qué en la mañanera de este lunes el presidente [Andrés Manuel] López Obrador exoneró al ex presidente [Enrique] Peña Nieto? Y reveló que la Fiscalía no contempla ninguna orden de aprehensión contra Peña Nieto ni contra el general Salvador Cienfuegos, jefes político y militar de Murillo Karam y de los 20 mandos militares y personal de tropa, respectivamente”, escribió.
El asesinato de Román ocurre a escasos días del homicidio del periodista independiente Juan Arjón López, quien fue localizado muerto el 16 de agosto en una carretera del municipio fronterizo de San Luis Río Colorado, en el estado norteño de Sonora. Arjón López había sido reportado como desaparecido desde el 9 de agosto.
De acuerdo a la autopsia, Arjón López murió a consecuencia de un “traumatismo craneoencefálico por golpe contuso”, informó en un comunicado el Ministerio Público de Sonora.
[Con información de The Associated Press]
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