La primavera llegó a la Casa Blanca, y con ella, una demostración de colores y aromas provista por la floración máxima de sus jardines que el primer sábado y domingo de abril abrirán sus puertas al público.
El cielo azul y el frío que aún cobija a Washington D.C. asientan el ambiente en el que aproximadamente 40.000 personas se darán cita durante los dos días en la dirección física más famosa de EEUU, según aproximaciones del Servicio de Parques Nacionales.
Cruzar las barreras que separan los terrenos de la residencia del presidente de Estados Unidos del exterior, es un suceso al que visitantes sólo tienen acceso dos veces al año. Primero, con este paseo primaveral; y en otoño, cuando los jardines se exponen de nuevo antes del frío invernal.
Al ingresar por la puerta noroeste de la Casa Blanca, el público se encuentra con el césped verde cuidadosamente cortado que les dirige al jardín sur, donde ubica la pista de aterrizaje del Marine One, el helicóptero que transporta al presidente Joe Biden desde y hacia su hogar.
El paseo primaveral continúa en el jardín de rosas, y aunque las flores que dan nombre al área no han florecido aún, el espacio rectangular da muestra de su importante presencia en la casa por ser su escenario al aire libre, donde suelen celebrarse eventos oficiales, conferencias de prensa, firmas de leyes y recepciones diplomáticas.
Girasoles, salvias y tulipanes dejan su aroma en el recorrido que lleva después hasta el jardín Jacqueline Kennedy, ubicado en medio de las blancas paredes del edificio donde el sonido de los pájaros aleja a los visitantes de la realidad ajetreada de la ciudad capital.
Las primeras semillas que se plantaron en la Casa Blanca se remontan a 1804, cuando el primer presidente que allí residió, John Adams, se propuso tener un jardín de vegetales. Desde entonces, los siguientes mandatarios han impulsado programas de cuidado de las áreas verdes de la casa, haciéndola así, el paisaje público más antiguo de Estados Unidos.
Alrededor del jardín se levantan los históricos “árboles presidenciales” que han sido plantados por los primeros mandatarios del país de manera conmemorativa desde 1870.
La última parada del recorrido se produce en la sección más al sur de los terrenos de la Casa Blanca, donde una fuente rodeada de flores y magnolias hacen el punto perfecto para las fotos. A su lado, está ubicado el huerto, cuyos primeros brotes se comienzan a asomar.
Datos de la Casa Blanca apuntan a que el huerto produce anualmente miles de libras de comida como frutas y vegetales, que alimentan directamente a la primera familia. La actual primera dama, Jill Biden, agregó durante su primer año una sección floral al huerto para continuar su tradición de llevar flores frescas como regalo durante sus viajes de Estado.
En su mensaje de bienvenida al público, plasmado en una guía entregada al iniciar el recorrido, el presidente y la primera dama aseguran que su jardín sur es donde “la historia y el hogar se unen” en un evento que despide a los meses de invierno para recibir el calor veraniego.
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestro canal de YouTube y activa las notificaciones, o bien, síguenos en las redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.