En un revelador reporte, la senadora demócrata por Nueva York Kirsten Gillibrand asegura que son muchos los casos de agresiones sexuales por parte de miembros del Ejército que se encuentran “en las sombras”.
Gillibrand asegura que el Pentágono se negó a dar información sobre delitos sexuales ocurridos en varias bases del Ejército y enfatizó que las esposas de los miembros del ejército y las mujeres civiles que viven o trabajan cerca a las bases son las más vulnerables.
La senadora analizó un total de 107 casos en los que encontró una serie de inconsistencias como castigos demasiados suaves, otorgamiento de mayor credibilidad al agresor que a la víctima, así como intimidación a las víctimas para que desestimen sus casos.
En uno de los casos analizados por Gillibrand encontró que un miembro del ejército que no solo violó a su novia sino que tenía una serie de acusaciones por agresión sexual de otras mujeres incluida la esposa de otro militar que lo encontró un día en su cama fue sometido a un proceso administrativo para licenciar al acusado cuando un investigador había recomendado que el agresor fuera sometido a un consejo de guerra lo que le demandaría varios años de prisión por sus delitos.
Por su parte un portavoz del departamento de Defensa señaló que el organismo no tiene autoridad para incluir a los civiles en sus estudios.
De igual manera en un reciente reporte el departamento de Defensa indicó progresos para combatir la epidemia de agresiones sexuales. El Departamento indicó que los delitos se habían reducido y cada vez más víctimas optaban por denunciar, un indicio de que hay más confianza en que los agresores responderán por sus actos.
