El número de muertos por un ataque con misiles rusos en un edificio de apartamentos en la ciudad de Chasiv Yar, en el este de Ucrania, llegó a 30 el lunes.
Las muertes de civiles marcaron el costo humano de la guerra para Ucrania, ahora en su quinto mes. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, afirmó que Rusia tiene una "gran ventaja" en artillería a pesar del envío de miles de millones de dólares en municiones de los gobiernos occidentales a Ucrania.
El edificio de apartamentos de cinco pisos fue derruido por un ataque con misiles el sábado. Nueve personas fueron rescatadas de los escombros, pero muchas más quedaron atrapadas.
Chasiv Yar está a unos 20 kilómetros al sureste de Kramatorsk, una ciudad que se espera que sea un objetivo importante de las fuerzas rusas a medida que avanzan hacia el oeste en la provincia de Donetsk.
El ataque fue el último ataque en las últimas semanas que dejó un gran número de víctimas civiles, aunque Rusia sostiene que solo tiene como objetivo las operaciones militares ucranianas.
Un ataque a fines de junio mató al menos a 19 personas en un centro comercial en Kremenchuk, y un ataque a un edificio de apartamentos y área de recreación en la región sur de Odesa mató a 21 este mes.
Más al norte, en Járkov, el gobernador regional Oleh Synehubov dijo que los ataques del lunes con artillería, lanzacohetes múltiples y tanques hirieron a 31 personas, incluidos dos niños, además de las tres muertes. Al menos una de los proyectiles impactó contra un edificio residencial en la ciudad, donde una columna de viviendas se derrumbó en escombros.
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