El Departamento de Educación de Estados Unidos reveló en un reporte que que 6,5 millones de estudiantes a nivel nacional registraron un ausentismo crónico durante el año escolar 2013-2014.
La cifra significa que más de uno de cada 10 estudiantes faltaron a la escuela al menos tres semanas completas.
Al analizar los datos, la agencia AP encontró que el mayor ausentismo escolar ocurre en la capital estadounidense donde se halló que casi un tercio de los estudiantes estuvo ausente al menos 15 días en un mismo período escolar.
Los estados de Washington y Alaska no se quedan atrás. En ambos, una cuarta parte de los estudiantes tiene niveles similares de ausencia escolar que la capital estadounidense.
Florida es el estado con menos niveles de ausentismo escolar. Allí solo un 4,5% de estudiantes de escuelas públicas registraron ausentismo crónico.
El promedio nacional de ausentismo escolar se fijó en 13%, una cifra considerada por expertos como “perturbadora”.
“Si un niño no va a la escuela, no aprende, y entonces se queda atrás. Si no aprueba sus clases no obtiene los créditos necesarios en la secundaria lo cual lleva a la desersión escolar”, dijo Bob Balfanz, profesor e investigador de la Universidad John Hopkins y director del centro Everyone Graduates.
El reporte indica que el ausentismo escolar está más marcado entre los indígenas americanos y hawaianos nativos seguido por los afroestadounidenses. Los índices entre blancos e hispanos se acercan al promedio nacional de ausentismo de 13%.
Las razones para este ausentismo escolar crónico según los expertos es la pobreza, porque muchos estudiantes deben quedarse en casa para ayudar a cuidar a hermanos menores o familiars ancianos. Otros estudiantes son víctimas de acoso en las escuelas (bullying), o evitan ir a la escuela porque simplemente no se sienten seguros. Y existe otro grupo, que sencillamente decide no ir a clases.
Para remediar esta situación los expertos recomiendan a las escuelas crear ambientes más amistosos para que los estudiantes sientan que son bienvenidos y se sientan apreciados todos los días. Al mismo tiempo es necesaria una mejor comunicación para detectar las razones por las cuales un niño falta mucho a la escuela.