Los avances de Rusia en la campaña por tomar la ciudad oriental ucraniana de Bájmut parecen haberse detenido, según indicó un destacado centro de estudios en un análisis sobre la batalla terrestre más larga de la guerra.
El Institute for the Study of War, con sede en Washington, dijo que no había avances confirmados de las fuerzas rusas en Bájmut. Tropas rusas y unidades del Grupo Wagner seguían lanzando ataques terrestres en la ciudad pero no había pruebas de que consiguieran ganar terreno.
El reporte del sábado por la noche citó al vocero del Grupo Oriental de las Fuerzas Armadas Ucranianas, Serhii Cherevaty, que dijo que los combates en la zona de Bájmut habían sido más intensos esta semana que la anterior, con 23 choques en la ciudad en las últimas 24 horas.
En la última semana hubo indicios de progresos rusos en la zona. El Ministerio de Defensa británico dijo el sábado que unidades paramilitares del Grupo Wagner habían tomado la mayoría del este de Bájmut, y el río que atravesaba la ciudad marcaba ahora la línea del frente. El reporte recalcó que a Rusia le resultaría difícil continuar el ataque sin sufrir más bajas considerables.
Este domingo, el ministerio dijo que el impacto de las fuertes bajas que sigue sufriendo Rusia en Ucrania varía de forma drástica en los diferentes puntos del país.
En las grandes ciudades de Moscú y San Petersburgo siguen “relativamente indemnes”, especialmente entre los miembros de la elite rusa. Por el contrario, en muchas de las regiones orientales rusas, la tasa de mortalidad como porcentaje de la población es “30, 40 veces más alta que en Moscú”.
Las minorías étnicas son las más afectadas, según el reporte. En la región sureña de Astracán, alrededor del 75 % de las bajas son entre las minorías étnicas de kazajos y tártaros.
Las crecientes bajas rusas se reflejan en una pérdida del control del gobierno sobre la cobertura informativa del país, apuntó el ISW.
El centro de estudios dijo que la vocera del Ministerio ruso de Exteriores, María Zajárova, había confirmado “divisiones en el círculo interno del Kremlin” y que el Kremlin había cedido en la práctica el control sobre el espacio informativo del país, que Putin no ha podido recuperar con rapidez.
Mientras tanto, en otros puntos de Ucrania, los ataques rusos del día anterior mataron al menos a cinco personas e hirieron a otras siete en las regiones de Donetsk y Jersón, según reportaron el domingo por la mañana las autoridades locales ucranianas.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, dijo el sábado en su mensaje diario que Rusia “se ha convertido en un sinónimo de terror y será un ejemplo de la derrota y el castigo justo por ese terror.
Zelenskyy dijo que los bombardeos de artillería rusos del sábado “mataron personas en Jérson que simplemente habían salido a comprar alimentos. Tres ucranianos murieron”.
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