En el juicio contra el narcotraficante mexicano Joaquín "El Chapo" Guzmán, que se realiza en una corte federal de Brooklyn, en Nueva York, el martes concluyó el testimonio de Juan Carlos Ramírez Abadía, alias "Chupeta", quien declaró desde la semana pasada sobre los envíos de droga y asesinatos que cometió durante el tiempo que trabajó para Guzmán.
Luego de las declaraciones de dos agentes de la DEA sobre incautaciones de droga, comenzó a declarar Germán Rosero, alias "Barbas" un nuevo testigo de la fiscalía. Rosero es un abogado colombiano, de Ipiales, departamento de Nariño, que fue defensor público en su país.
Rosero, quien dijo que trabajaba para el Cartel del Norte del Valle desde 1998 a diciembre de 2006, y señaló que se encargaba de los enlaces con el Cartel de Sinaloa, y de los envíos de coca de Colombia a México, identificó a "El Chapo" de manera firme en la corte, lo que provocó que Guzmán se levantara de su silla con actitud desafiante.
Afirmó que tras sufrir un atentado, buscó la protección de los narcotraficantes Sergio y Juan Carlos Ramírez; al primero, dijo que lo conoció cuando eran jóvenes. Al segundo, declaró que lo conoció en la universidad cuando estudiaba derecho y Ramírez, economía.
Indicó que los Ramírez le ofrecieron seguridad y le propusieron que trabajara como su abogado. Atestiguó que ellos, junto a Laureano Ramírez, coordinaban los envíos de coca a México.
Señaló que alrededor de 1998, fue enviado a México por primera vez, y que sus primeros contactos fueron: los Zambada, Arturo Guzmán, Héctor Beltrán e Ignacio Coronel.
Describió que en marzo de 1998, llegó a Acapulco para reunirse con cada uno de ellos y proponerles proponerles que compraran droga en la playa, ofreciéndoles una tarifa más baja por el riesgo, que después asume quien la compra al transportarla hasta una ciudad al interior del país receptor. La propuesta fue rechazada por diferentes personas, en varias ocasiones. Agregó que los temas de las primeras reuniones fueron los encuentros marítimos, cargamentos y lugares para entregar la coca.
Ese mismo año, declaró Rosero, que "Chupeta" le encargó junto con Víctor Patiño hacer acuerdos para entregar droga a la DEA para simular una incautación, lo que se conoce como un “positivo”. No obstante, dijo que no se logró. Detalló que entre sus cometidos también estuvo sacar en libertad a miembros del Cartel del Norte del Valle que habían sido capturados.
Entre los hechos de corrupción, Rosero afirmó que hacia 1997 pagaron al menos $10 millones de dólares en coimas para intentar que el proceso de reactivación de la extradición que se llevaba cabo en el Congreso de Colombia para incluirlo en la Constitución no fuera retroactivo "porque los perjudicaba". Al final, dice, lograron su cometido.
En 2001, señaló que se retiró de trabajar con "Chupeta" y se dedicó a su profesión y a una finca de producción de leche, pero volvió a ser contactado por el Cartel del Norte del Valle y, en 2002, regresó a Cancún, México, para reunirse con "Nacho" Coronel con la intención de enviar drogas en lanchas rápidas.
Dijo que la idea era contactar a alguien en Guadalajara, para reunirse luego con "El Chapo". De ese encuentro, se espera que se hable en la audiencia del día miércoles.
"Barbas" se entregó a las autoridades de EE.UU., en 2008, creyendo que habían cargos en su contra; sin embargo, no estaba señalado para ese entonces.
Él envió una carta al Departamento de Justicia y, en febrero o marzo, tuvo la primera reunión con la fiscalía. Oficialmente, se presentó en Miami, en 2009, después de estar en México.
Rosero también dijo que alcanzó a entrar en la lista de OFAC (Lista Clinton) lo que afectó las propiedades que había adquirido legalmente en Colombia, impidiéndole hacer algún tipo de venta, por lo que tuvo que organizarse para hacer las transacciones en efectivo, a través de cuentas en EE.UU.
La fiscalía le pidió prueba de procedencia y, aunque le creyó, le advirtió que no debería hacerlo.
El "Barbas" afirmó además que nunca ha tenido apoyo del gobierno de EE.UU. Dijo que entre los acuerdos que logró con la fiscalía para ser testigo cooperante estaba el recibir estatus legal para él y su familia. Señalando que está en proceso de tramitar la visa S1 para sus familiares, dijo que (EE.UU.) “es el único lugar seguro que tengo para vivir”.
"Chupeta" detalla asesinatos en último día de testimonio
La jornada número 11 del juicio a Joaquín "El Chapo" Guzmán comenzó el martes con el testimonio de Juan Carlos Ramírez Abadía, alias "Chupeta", quien ha dado detalles de cómo se habrían hecho los envíos de droga en aquella época, y avanzó el interrogatorio de la defensa.
El lunes -al inicio de la cuarta semana en el proceso- la defensa solicitó que no se tengan en cuenta testimonios que se refieran a 2004 y fechas posteriores, pues para ese entonces "Chupeta" ya no estaba al frente del Cartel del Norte del Valle y estaba huyendo de la ley, refugiándose en Brasil.
La fiscalía, a través de una carta, sustentó la importancia de que dichas versiones fueran escuchadas, resaltando que para ese entonces él testigo seguía recibiendo detallados informes de lo que sucedía en la organización.
El martes, "Chupeta" afirmó también que, desde 2004, cuando llegó a Brasil, solo quería tener contacto con miembros de su organización (el Cartel del Norte del Valle), y que nunca habló con abogados.
"Chupeta" afirmó que, desde 2004, cuando llegó a Brasil, solo quería tener contacto con miembros de su organización (el Cartel del Norte del Valle), y que nunca habló con abogados.
Aclaró que cuando eligió ir a dicho país, e incluso estando allí y antes de ser capturado, no tenía conocimiento de las leyes. Por lo que aseguró tener suerte al dar con un país que en sus acuerdos legales de extradición con EE.UU. estipula que no se puede aplicar la pena de muerte a ninguno de los acusados, ni penas superiores a 30 años de cárcel. Es decir, se vio beneficiado, al no ser extraditado desde Colombia.
Ramírez Abadía, además, confesó que cuando estuvo en Brasil, usó documentos falsos a nombre de Marcelo Javier Unzue. Entre los cuales incluía pasaporte, licencia de conducir y un documento local de identificación.
Una vez más surgió la historia del tráfico de drogas en latas de jalapeños; pues la semana pasada el testigo declaró que el Cartel de Sinaloa le había entregado un molde cilíndrico para moldear la cocaína y de esa forma camuflarla en las latas. Gracias a un video publicado, inició una discusión entre la defensa y el gobierno frente a la forma que tiene la droga, la cual en ocasiones se ve cuadrada y en otras cilíndrica.
La defensa, intentando desestimar una vez el testimonio de Ramírez Abadía, haciéndolo ver como mentiroso, se refirió a las declaraciones que dio anteriormente el testigo a autoridades en otros países, específicamente a la DEA, en Colombia, en 2007, cuando habría asegurado que él había inventado la técnica y los detalles de envío en submarinos. En la audiencia, "Chupeta" aclaró que él había creado ese tipo de tráfico, pero no los submarinos como tal.
Más tarde, Púrpura volvió a preguntarle si él le mentiría a la fiscalía y si lo haría para ganar beneficios, a lo que el testigo respondió: “No estoy mintiendo, señor”.
Por otro lado, Ramírez Abadía se refirió a Amado Carrillo, más conocido como el “Señor de los Cielos", a quien pidió uno de sus aviones para enviar coca. Aunque afirmó que sí mantenían una relación de amistad, señaló que nunca llegó a tal cercanía como el apadrinamiento de sus hijos. Como habría dicho a agentes de la DEA, en Brasil.
También se refirió a personajes como Beto Rentería, miembro del Cartel de Norte del Valle y a quien nombró en las reuniones con los fiscales. Dijo que él le presentó al mexicano alias "El Gordo" y, gracias a él, llegó a los Arellano Félix y a los Zambada.
Sobre alias "El Gordo", dijo que trabajó con los Arellano Félix y, cuando lo mataron, era un lugarteniente. También, nombró a Laureano Rentería, quien poseía bastante conocimiento sobre la organización y a Uri Álvaro Palau, alias "Olfato" u "Olafo", un lugarteniente de "Chupeta" en México, quien tenía contactos con "Conejo" y los hermanos Beltrán Leyva; y era el encargado de coordinar la recepción de envíos llamados "Las Juanitas".
Entre otros temas, durante el juicio, Púrpura le dijo a "Chupeta": “en 1996, usted le mintió en la cara a las autoridades colombianas”, a lo que el testigo, sin reparos, contestó: “completamente correcto”.
La defensa también mostró otra prueba: un yate incautado a Ramírez Abadía; cuando fue mostrado por la fiscalía, se le preguntó si en algún momento Guzmán había viajado en este; de inmediato, Púrpura presentó una moción y dijo que nó porque "él no viajó a Colombia".
El juez no aceptó la moción y autorizó a "Chupeta" responder la pregunta, a lo cual, él contestó con la misma frase que usó la defensa en la objeción.
Cabe recordar que al término de la jornada del décimo día comenzaron a escucharse versiones del testigo cooperante, alias "Chupeta", correspondiente a 10 envíos denominados “Las Juanitas”, que se registraron entre 2002 y 2005.
En el cargamento, enviado desde Venezuela, que recibió el nombre de la Juanita 7, el Cartel de Sinaloa tenía una inversión de 2.500 kg de coca y fue recibido en México por “Nacho Coronel”, tío de Emma Coronel, esposa de "El Chapo".
Libro de contabilidad
Durante esta declaración, se hizo visible un libro de contabilidad donde se registraban todas las transacciones de estas operaciones. El martes, este libro también fue utilizado cuando se mostraron los pagos a nombre de "Mona Cha"; uno de estos se hizo el 9 de enero de 2004. El primer pago se hizo por 2’717.740 dólares; el segundo, por 999.000 dólares y el último por 1'510.000 dólares.
También, cabe resaltar que en ese mismo libro de contabilidad se manejó el presupuesto de algunos asesinatos. Para matar a tres personas, se habrían pagado 45 mil dólares. Allí se registró el pago del asesinato de 150 personas aproximadamente.
Al respecto, teniendo en cuenta que "Chupeta" podría ser condenado a solo 25 años de cárcel, gracias a las leyes brasileñas y a que es un testigo cooperante, la defensa le preguntó que si era consciente de que liba a pagar muy poco tiempo en prisión por cada una de esas muertes.
De inmediato, el juez hizo un llamado de atención sobre las preguntas al testigo y afirmó que estas solo podían hacerse para aportar al caso.
Un dato que llamó la atención del libro de contabilidad fue el pago de 338.776 dólares para matar a Tatiana, una persona de la que aún se desconocen detalles. La cifra es elevada, al parecer, porque se usó un grupo de sicarios para llevar a cabo el asesinato.
Entre las 150 personas que ordenó asesinar también habían mujeres y señaló un caso específico, el de una familia que vivía en en Fort Lee, New Jersey. Allí, según afirmó, también tenía algunas "caletas" y una persona le estaba robando parte del producto, por eso, ordenó matar a los padres y al hijo.
Por otra parte, se habló también sobre la violencia de los carteles. Ramírez Abadía afirmó que es imposible ser líder de un cartel en Colombia sin ser violento. Por ejemplo, “si se roban un cargamento de coca y tú no haces violencia, se lo van a volver a robar”, señaló. “Ser el jefe de un cartel en Colombia va de la mano de la violencia”, agregó.
En su cartel, señaló, usaban nombres de mujeres para identificar a hombres. Incluso, dijo, que en algún momento él mismo fue reconocido como "Doctora Yamilet" y el nombre de "Mona Cha" se usó para identificar a "El Chapo" en su contabilidad y el dinero que él había pagado.
La "Mona" también era un hombre que se encargaba de traer el dinero desde México.
Finalmente, Ramírez Abadía habló de sobornos a pasados gobiernos en Colombia, específicamente a la candidatura presidencial del exmandatario Ernesto Samper. Señaló que contribuyó con un poco más de medio millón de dólares para la campaña.
Apuntó que durante el debate de la restitución de la extradición en el congreso, en Colombia, él pagó al menos 10 millones de dólares para influenciarlas. “Por lo menos, porque yo creo que fue más”, concluyó. Además, se refirió al pago de al menos un millón de dólares a un congresista por una carta de salvoconducto, pero no dio el nombre.
En el juicio, también se mostraron imágenes de esculturas del artista colombiano Fernando Botero; dos de sus obras fueron decomisadas en la casa de "Chupeta" y su costo superaba el medio millón de dólares. No obstante, el narcotraficante dejó en claro, sobre el artista que “no lo apoyaba, pero tenía obras de arte de él”. Allí, también incautaron dinero en efectivo y oro.
También, dijo Ramírez Abadía, que realizó pagos a la prensa para que publicara información a su favor y omitiera aquella que podría afectarlo.
Al término de las declaraciones de "Chupeta", se conocieron las versiones de dos agentes de la DEA, quienes colocaron bolsas de droga, cuya cantidad no se indicó, sobre la mesa de la fiscalía. Uno de los agentes sacó un cubo de coca que estaba envuelto y que el abogado de la defensa, Eduardo Balarezo, tocó para referirse a la cantidad de droga. Hablaron de dos incautaciones, la primera de 1.534 kg y la segunda de 1.554 kg.
Curiosidades
“Chupeta" se ha caracterizado por ser inexpresivo en las audiencias. No obstante, cuando la defensa le preguntó el martes por el significado de su nombre, sonrío y afirmó que se refería a un dulce, una especie de bombón. En la tarde le preguntaron si se consideraba guapo, a lo que respondió con una sonrisa, lo que desencadenó risas, en la sala.
Ramírez Abadía utiliza gafas para leer la pantallas, y en días anteriores ha usado guantes. Cuando el jurado estaba saliendo de la sala, el testigo hizo una señal con los pulgares hacia arriba y les dio las gracias.
Por su parte, "El Chapo" asistió el martes con pantalón negro, camisa azul y corbata vinotinto. El acusado usa una agenda amarilla para tomar notas y habla constantemente con Eduardo Balarezo, su abogado defensor.
Guzmán siempre está atento a las declaraciones de los testigos, y de Emma Coronel su esposa, a quien miró fijamente y sonrió antes de la pausa de la mañana; ella, le respondió con otra sonrisa.