El mundo de los adolescentes siempre será entendido sólo por ellos. Y a veces ni siquiera por ellos mismos.
Nos damos cuenta de eso cuando Marú escribe en su diario que no sabe por qué hace cosas como no llegar a su casa y ponerse a llorar en medio de la calle; la quinceañera siente que todo lo que hace le sale mal, siente que va a explotar, dice.
Cuando Marú, que se siente tan poco entendida por el mundo, encuentra en Román su alma gemela, los dos deciden no separarse jamás y huir juntos de la realidad.
Esa es la historia que narra el director mexicano Gerardo Naranjo en su cinta “Voy a explotar”.
Aunque ya se han contado varias variaciones de la historia de Romeo y Julieta y de la juventud que se rebela, la historia de Ramón y Marú resulta fresca y absorbente, en gran parte debido a las actuaciones de sus jóvenes protagonistas, quienes tenían 16 años durante el rodaje.
Aunque se fugan sólo a la azotea de la casa de Román, la pareja se encuentra en su propio mundo y así, muy lejos de sus padres, sus amigos y la sociedad en general.
“Dos chicos desaparecen, y eso ya es una aventura”, dice la protagonista al contarnos su historia.
Román y Marú llevan a la audiencia de la mano en esa aventura —a veces intensa e insensata y a veces inocente— en la que exploran su sexualidad, sus dudas y frustraciones, y en la que buscan algo “por qué pelear, algo por qué vivir”, aunque sea sólo una mirada.
María Deschamps, quien interpreta a Marú, le dijo a la Voz de América que la historia le gusta por qué va más allá de entretener.
La joven actriz (ahora de 18 años) fue la invitada especial del Instituto de Cine Estadounidense para la noche de apertura del festival y conversó con la audiencia después de la proyección de la cinta.
Deschamps contó se ha mantenido ocupada desde que acabó la película: ha viajado por todo el mundo a festivales de cine con la cinta, terminó la preparatoria, ha actuado en varios cortos y también ha trabajado en un café haciendo “buenos capuchinos”.
El festival continúa hasta el 12 de octubre en el Centro Cultural AFI Silver, en Silver Spring, Maryland, a unos cuantos minutos de Washington D.C. Para más información visite www.afi.com/silver.