“Amenazas y esperanzas” reúne el más completo y reciente informe sobre el estado de las aves en Estados Unidos.
El Comité Estadounidense de la Iniciativa para la Conservación de Aves de América del Norte luego de observar y revisar las tendencias poblacionales de las aves de los últimos años concluyó que las aves en EE.UU. se están reduciendo considerablemente en muchos hábitats, pero al mismo tiempo encontró que en las áreas donde se implementaron estrategias de conservación, éstas han sido muy efectivas.
Según el estudio las aves se han reducido en mayor medida en las tierras áridas, en especial de artemisas y de chaparrales del oeste que desde 1968 se han reducido en un 46 por ciento, en estados como Utah, Arizona y Nuevo México.
Otro factor importante para tomar atención es que el mayor peligro que enfrentan las aves es el desarrollo de las ciudades que cada vez más roban y fragmentan el hábitat de algunas especies.
De igual modo encontró que las praderas del país han sufrido una reducción en un 40 por ciento de las aves reproductoras, como la perdiz montañera y el tordo arrocero, pero que esta baja se ha logrado controlar y nivelar desde 1990 cuando se inició una serie de inversiones para su conservación.
Muchos otros hábitats se han beneficiado de los esfuerzos dirigidos de conservación, en especial el de las aves playeras gracias al establecimiento de refugios silvestres costeros nacionales.
También se supo que un tercio de todas las aves en peligro de extinción a nivel federal en los Estados Unidos son las especies hawaianas, considerándose Hawai como la capital mundial de extinción de aves.
“El informe Estado de las aves 2014 demuestra que la cooperación público-privada realmente puede fortalecer los esfuerzos de la conservación”, dijo el Secretario de Agricultura Tom Vilsack.