Las remesas enviadas por migrantes a sus países en desarrollo bajarán en 20% este año debido a la crisis económica global provocada por el coronavirus, pronosticó el miércoles el Banco Mundial.
La pérdida de empleos, de horas de trabajo y los salarios caídos impedirán a los migrantes en países más ricos enviar dinero a naciones más pobres que ya padecen las consecuencias económicas de la cuarentena impuesta por la pandemia, según el informe.
Las remesas a los países más pobres de Europa y Asia Central disminuirán previsiblemente en 27.5%; las que van al África subsahariana en 23.1%; al Medio Oriente y el norte de África en 19.6%; a Latinoamérica y el Caribe en 19.3%; y al Asia oriental y el Pacífico en 13%.
El año pasado, las remesas representaron para los países más pobres una fuente de ingresos mayor que la inversión extranjera directa. En 2019 alcanzaron la cifra récord de 554.000 millones de dólares, que incluso puede haber sido mayor debido al flujo de fondos a través de canales informales, como la entrega de dinero en efectivo. La inversión directa extranjera en los países en desarrollo caerá aproximadamente en 35% este año, según el Banco Mundial.
El Banco Mundial recomendó que gobiernos y negocios colaboren para proteger a los migrantes de las consecuencias económicas y sanitarias del coronavirus. El organismo señaló que con frecuencia se excluye a los jornaleros migrantes de los programas que buscan mitigar los efectos de la pandemia. Adicionalmente, exhortó a estados y empresas a que reduzcan los costos de enviar dinero a casa, que llega hasta el 20% en el sur de África, la región más cara para el envío de remesas.
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