Líderes políticos y religiosos en Carolina del Sur y en otras partes han pedido retirar la bandera de la Confederación de los terrenos del Capitolio estatal en Columbia, la capital del estado, en honor de nueve personas negras masacradas en Charleston, la semana pasada.
Para muchas personas en los estados sureños, la bandera confederada representa un símbolo honorable de la historia, pero también, de manera creciente es vista como un símbolo de esclavitud y racismo.
“Hoy estamos aquí en un momento de unidad, sin mala voluntad, para decir: es tiempo de quitar la bandera de los terrenos del capitolio”, dijo la goberandora del estado, Nikki Haley.
Fotografías de Dylann Roof, el acusado de asesinar a los nueve feligreses en la iglesia de Charleston, lo muestran ondeando una bandera confederada y quemando una bandera de Estados Unidos.
Haley aceptó que la bandera simboliza diferentes cosas para distintas gentes y dijo que los estadounidenses todavía siguen teniendo la libertad de desplegarla en su propiedad privada.
El alcalde de Charleston, Joseph Riley, se unió a los llamados para quitar la bandera, diciendo que debería estar en un museo donde pueda ser vista en un contexto apropiado. Venerarla en un lugar público, dijo, el símbolo histórico envía el mensaje equivocado.
“Respetuosamente pido a la Asamblea General, razonablemente cansado y preocupado de su larga sesión, a tomar el paso adicional y terminar lo que está pendiente”.
El presidente Barack Obama también ha dicho que la bandera Confedeada debe estar en un museo, pero que el estado de Carolina del Sur tiene derecho a decidir sobre el asunto.
Por su parte las tiendas Walmart, Sears e Ebay a través de un comunicado anunciaron que retirarán del mercado todo producto que lleve la bandera confederada, tanto de sus tiendas como de la venta por internet por respeto a las víctimas y uniéndose al dolor de sus familiares.
