En medio de gran expectativa, México aguarda la visita del presidente Barack Obama, quien junto a su colega Enrique Peña Nieto espera impulsar la cooperación económica.
El director del Instituto México en el Wilson Center, entidad de análisis y pensamiento con sede aquí en Washington, Duncan Wood, afirmó en diálogo con la Voz de América, que los propósitos de la visita del presidente Obama a México se enfocan en el desarrollo comercial como parte del apoyo de Estados Unidos a las reformas que el nuevo gobierno mexicano está impulsando.
“Esta visita tiene varios propósitos. Primero yo creo que es importante que los dos países y los dos presidentes definan la agenda para trabajar juntos, que va a durar tres años y medio”, dijo Wood.
“Hay muchos temas pendientes entre estos dos países, el de la seguridad, pero también hay temas muy importantes como el de la competitividad y también de la educación, inmigración, innovación, entonces hay una agenda bastante llena. Es muy simbólico que el presidente visite México ahorita, él va a mostrar su apoyo para el programa de reformas que ha propuesto el presidente Peña Nieto, una agenda de reformas bastante ambiciosas”, opina Wood.
En cuanto a la seguridad, el tema que antes tenía prioridad, el gobierno mexicano develó ayer sus ideas de cómo debe ser manejado. Durante los pasados 12 años de gobiernos de derecha en México, las agencias estadounidenses tuvieron acceso directo y casi ilimitado a sus contrapartes mexicanas.
El gobierno de Peña Nieto, más nacionalista, quiere limpiar la mesa y limitar el acceso y los contactos, lo cual es un enorme cambio en la lucha contra el narcotráfico.
Miles de millones de inversión estadounidense en seguridad, inteligencia, en conocerse mejor unos con otros, y repentinamente, como dijo un funcionario ayer, Estados Unidos se queda “con los moños hechos”.
Este será el primer encuentro del presidente Obama y Peña Nieto en suelo mexicano y ambos esperan mostrar la fortaleza y el futuro de unas relaciones que van mucho más allá de la cooperación en la lucha contra el narcotráfico.
Además, en esta visita y pese a que no es un tema de prioridad en la agenda, se tocarán los temas de inmigración como consecuencia de un proyecto de ley de reforma migratoria que se debate en Estados Unidos, intercambios estudiantiles y las formas en cómo hacer de México y de Centroamérica una región más competitiva.
El director del Instituto México en el Wilson Center, entidad de análisis y pensamiento con sede aquí en Washington, Duncan Wood, afirmó en diálogo con la Voz de América, que los propósitos de la visita del presidente Obama a México se enfocan en el desarrollo comercial como parte del apoyo de Estados Unidos a las reformas que el nuevo gobierno mexicano está impulsando.
“Esta visita tiene varios propósitos. Primero yo creo que es importante que los dos países y los dos presidentes definan la agenda para trabajar juntos, que va a durar tres años y medio”, dijo Wood.
“Hay muchos temas pendientes entre estos dos países, el de la seguridad, pero también hay temas muy importantes como el de la competitividad y también de la educación, inmigración, innovación, entonces hay una agenda bastante llena. Es muy simbólico que el presidente visite México ahorita, él va a mostrar su apoyo para el programa de reformas que ha propuesto el presidente Peña Nieto, una agenda de reformas bastante ambiciosas”, opina Wood.
En cuanto a la seguridad, el tema que antes tenía prioridad, el gobierno mexicano develó ayer sus ideas de cómo debe ser manejado. Durante los pasados 12 años de gobiernos de derecha en México, las agencias estadounidenses tuvieron acceso directo y casi ilimitado a sus contrapartes mexicanas.
El gobierno de Peña Nieto, más nacionalista, quiere limpiar la mesa y limitar el acceso y los contactos, lo cual es un enorme cambio en la lucha contra el narcotráfico.
Miles de millones de inversión estadounidense en seguridad, inteligencia, en conocerse mejor unos con otros, y repentinamente, como dijo un funcionario ayer, Estados Unidos se queda “con los moños hechos”.
Este será el primer encuentro del presidente Obama y Peña Nieto en suelo mexicano y ambos esperan mostrar la fortaleza y el futuro de unas relaciones que van mucho más allá de la cooperación en la lucha contra el narcotráfico.
Además, en esta visita y pese a que no es un tema de prioridad en la agenda, se tocarán los temas de inmigración como consecuencia de un proyecto de ley de reforma migratoria que se debate en Estados Unidos, intercambios estudiantiles y las formas en cómo hacer de México y de Centroamérica una región más competitiva.