El presidente Barack Obama finalmente abandonó los cigarrillos, dijo la primera dama Michelle Obama.
"Sí, es cierto", le dijo Michelle Obama a reporteros en la Casa Blanca cuando se le preguntó si su esposo había finalmente logrado lo que millones de estadounidenses no parecen hacer: dejar de fumar. "Ya ha pasado casi un año".
Dijo que ella no sabía exactamente cuándo el presidente dejó de fumar, "porque él nunca fumó mucho" y ella nunca le vio encender un cigarrillo.
El asunto fue mencionado públicamente por última vez en diciembre, cuando el secretario de Prensa Robert Gibbs respondió a una pregunta diciendo que hacía nueve meses que no veía a Obama fumar. Eso coloca las últimas bocanadas del presidente alrededor de marzo de 2010.
En diciembre de ese mismo año, Gibbs no dijo que el presidente había dejado de fumar. Pero Michelle Obama fue más directa.
"El siempre quiso dejar de fumar", dijo la primera dama, que explicó que sus hijas Malia, de 12 años, y Sasha, de 9, tienen una edad en la que él quiere mirarles al rostro y decirles que no fuma.
Michelle Obama dijo que el proceso de dejar de fumar ha sido "un reto personal" para el presidente. En junio del 2009, cuando se le preguntó acerca de ello, el propio Obama admitió que de vez en cuando se fumaba un cigarrillo.
"Yo batallo con ello constantemente", dijo Obama. A veces cedo al impulso. Pero no soy un fumador diario, constante".
Obama dijo que no fumaba delante de sus hijos o su familia, y se había declarado "95% curado".
La primera dama dijo que estaba muy orgullosa de su esposo, pero que no le ha pedido detalles.
"Yo realmente no le preguntado sobre el asunto", dijo. "Cuando alguien está haciendo lo que tiene que hacer uno no le perturba".
