El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha prometido a los miembros del G-20 de las principales economías del mundo que los legisladores pronto votarán nuevas medidas para hacer frente a los problemas económicos de Italia.
Berlusconi asistió a la cumbre del G-20 en Cannes, Francia, este jueves 3 de noviembre, sin el decreto de emergencia que había solicitado a su gobierno para buscar ayuda para hacer frente a la grave deuda pública de Italia, que asciende a $2,6 mil millones de dólares.
En lugar de eso, Berlusconi dijo en Cannes que su gobierno presentará nuevos planes de reducción de costos en el Senado italiano tan pronto como el martes próximo, y espera que los senadores voten las medidas en 15 días.
Según se ha informado, los planes incluyen la privatización de bienes raíces, nuevas normas sobre el gasto en infraestructura y un aumento de la edad de jubilación a 67 en 2026.
Berlusconi ha estado bajo presión para dimitir por su manejo de la crisis financiera italiana y un escándalo sexual.
El presidente Giorgio Napolitano incluso dijo esta semana que ha mantenido conversaciones con simpatizantes de la oposición, un indicio de que podría apoyar la formación de un gobierno de emergencia.
Berlusconi ha afirmado que Italia está aplicando soluciones que ayudarán al país a reducir su déficit para el año 2013. Pero la deuda pública de Italia es equivalente al 120% de su producto bruto interno y su crecimiento económico es lento.
Después de Grecia, Italia y España son los países más amenazados por la crisis financiera en la eurozona.
