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Biden conmuta penas de 37 de los 40 condenados a muerte federales


ARCHIVO - El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habla durante su visita al Departamento de Trabajo, en Washington, Estados Unidos, el 16 de diciembre de 2024.
ARCHIVO - El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habla durante su visita al Departamento de Trabajo, en Washington, Estados Unidos, el 16 de diciembre de 2024.

En uno de sus últimos actos antes de dejar la Casa Blanca, el presidente Joe Biden conmutó por penas de cadena perpetua las condenas de 37 de los 40 presos federales en el corredor de la muerte.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, conmutó el lunes las penas de 37 de los 40 presos federales condenados a muerte, convirtiéndolas en cadena perpetua sin libertad condicional antes de entregar el poder a Donald Trump el 20 de enero.

La medida de Biden frustrará el plan de Trump de reanudar un rápido ritmo de ejecuciones. A diferencia de las órdenes ejecutivas, las decisiones de clemencia no pueden ser revocadas por el sucesor de un presidente, aunque la pena de muerte puede solicitarse de forma más agresiva en futuros casos.

Trump reinició las ejecuciones federales tras una pausa de casi 20 años durante su primer mandato, de 2017 a 2021.

La medida perdona la vida a las personas condenadas por homicidios, incluidos los asesinatos de policías y militares, de personas que se encuentran en territorio federal y de las implicadas en atracos mortales a bancos o en tratos con narcotraficantes, así como los homicidios de guardias o presos en instalaciones federales.

Esto significa que solo tres reclusos federales aún enfrentan la ejecución. Ellos son Dylann Roof, quien llevó a cabo los asesinatos racistas de 2015 de nueve miembros negros de la Iglesia Madre Emanuel AME en Charleston, Carolina del Sur, el atacante del Maratón de Boston de 2013, Dzhokhar Tsarnaev y Robert Bowers, quien disparó fatalmente a 11 congregantes en la Sinagoga Tree of Life de Pittsburgh en 2018, el ataque antisemita más mortal en la historia de Estados Unidos.

Biden, que se presentó a las elecciones presidenciales oponiéndose a la pena de muerte, dejó en suspenso las ejecuciones federales cuando asumió el cargo en enero de 2021.

En las últimas semanas, se enfrentó a la presión de los demócratas del Congreso, los opositores a la pena capital y líderes religiosos como el papa Francisco para conmutar las sentencias federales de muerte antes de irse.

"No se equivoquen: condeno a estos asesinos, me duelen las víctimas de sus actos despreciables y me duelen todas las familias que han sufrido pérdidas inimaginables e irreparables", dijo Biden en un comunicado.

"No obstante, guiado por mi conciencia y mi experiencia (...) Estoy más convencido que nunca de que debemos poner fin al uso de la pena de muerte a nivel federal", añadió. "En conciencia, no puedo quedarme de brazos cruzados y dejar que una nueva administración reanude las ejecuciones que yo detuve".

Anteriormente en el mes, Biden conmutó las penas de casi 1.500 personas e indultó a otras 39 condenadas por delitos no violentos. También concedió el indulto total e incondicional a su hijo Hunter, tras insistir repetidamente en que no lo haría.

La decisión del lunes no se aplica a casos de terrorismo o asesinatos en masa motivados por el odio.

Deja fuera a tres de los hombres más conocidos del corredor de la muerte federal: Dzhokhar Tsarnaev, condenado por su implicación en el atentado en el maratón de Boston en 2013; Dylann Roof, condenado por el tiroteo en la Iglesia Episcopal Metodista Africana Emanuel de Charleston (Carolina del Sur) en 2015; y, Robert Bowers, condenado por el tiroteo masivo en la sinagoga Árbol de la Vida de Pittsburgh en 2018.

[Con información de Reuters y de The Associated Press]

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