El vicepresidente estadounidense Joe Biden prometió entregar este próximo martes el reporte final de la mesa de trabajo de Newtown.
“Me he comprometido con el Presidente a tenerle listas las recomendaciones el (próximo) martes”, dijo frente un grupo de tiradores deportivos que acudieron a una de sus reuniones de hoy en la Casa Blanca.
Biden dijo que entre las recomendaciones que podría incluir en su reporte están “las revisiones universales” de los antecedentes de los compradores de armas, y no solo cerrar los vacíos legales que existen en las ferias de armas, donde cualquiera puede comprar sin tener que someterse a revisiones.
También mencionó el llamado a limitar los cartuchos de municiones de alta capacidad, y dijo que “el última área (que piensa abordar) es todo el tema de la capacidad de cualquier agencia del gobierno para investigar la violencia armada”.
Biden comparó los límites actuales que tienen los investigadores de la violencia con las restricciones que existían en los años setenta sobre las causas de accidentes de tránsito fatales. Dijo que existe una necesidad para recoger información “sobre la clase armas más utilizadas para matar gente” y sobre “el tipo de armas preferidas por los traficantes de armas”. Esa información está dispersa entre varias oficinas y no es posible, legalmente, reunirla para analizarla.
Sobre sus fallidos intentos de reunirse con los fabricantes de armas dijo tener la esperanza de, por lo menos, conversar en conferencia telefónica.
“Tiene que haber algo en lo que coincidamos, no para resolver todos los problemas, sino para disminuir la probabilidad” de masacres como la de Newtown, finalizó el vicepresidente.
“Me he comprometido con el Presidente a tenerle listas las recomendaciones el (próximo) martes”, dijo frente un grupo de tiradores deportivos que acudieron a una de sus reuniones de hoy en la Casa Blanca.
Biden dijo que entre las recomendaciones que podría incluir en su reporte están “las revisiones universales” de los antecedentes de los compradores de armas, y no solo cerrar los vacíos legales que existen en las ferias de armas, donde cualquiera puede comprar sin tener que someterse a revisiones.
También mencionó el llamado a limitar los cartuchos de municiones de alta capacidad, y dijo que “el última área (que piensa abordar) es todo el tema de la capacidad de cualquier agencia del gobierno para investigar la violencia armada”.
Biden comparó los límites actuales que tienen los investigadores de la violencia con las restricciones que existían en los años setenta sobre las causas de accidentes de tránsito fatales. Dijo que existe una necesidad para recoger información “sobre la clase armas más utilizadas para matar gente” y sobre “el tipo de armas preferidas por los traficantes de armas”. Esa información está dispersa entre varias oficinas y no es posible, legalmente, reunirla para analizarla.
Sobre sus fallidos intentos de reunirse con los fabricantes de armas dijo tener la esperanza de, por lo menos, conversar en conferencia telefónica.
“Tiene que haber algo en lo que coincidamos, no para resolver todos los problemas, sino para disminuir la probabilidad” de masacres como la de Newtown, finalizó el vicepresidente.
