El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, viajará el martes la ciudad de Buffalo, Nueva York, donde está en curso una investigación por un tiroteo a un mercado de alimentos que costó la vida a 10 personas.
Biden describió al atacante como "un alma llena de odio”.
La Casa Blanca describió el hecho como "un tiroteo masivo horrible y sin sentido”.
Hablando el domingo en Washington, Biden dijo que el Departamento de Justicia de EEUU está investigando el tiroteo como “un crimen de odio, un acto racial de supremacía blanca y extremismo violento”.
“Todos debemos trabajar juntos para abordar el odio que sigue siendo una mancha en el alma de Estados Unidos”, dijo Biden.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó el tiroteo y su portavoz dijo el domingo que Guterres estaba “consternado por el asesinato de 10 personas en un vil acto de extremismo racista y violento en Buffalo”.
Las autoridades identificaron al tirador de 18 años como Payton Gendron, de Conklin, Nueva York, a unos 330 kilómetros al sureste de Buffalo. Es blanco y 11 de las 13 víctimas de los disparos eran negros.
Las autoridades dijeron que llevó a cabo el ataque mientras vestía atuendo militar y lo transmitía en vivo con una cámara en el casco. Eventualmente dejó caer su arma y se entregó a la policía dentro del Tops Friendly Market, ubicado en un vecindario predominantemente negro en la ciudad de 255.000 habitantes.
El alcalde de Buffalo, Byron Brown, dijo el domingo al programa "Face the Nation" de CBS que la policía "está revisando cada elemento, cada detalle en los antecedentes de este tirador para reconstruir por qué sucedió esto, cómo sucedió y la razón por la que esta persona vino a la ciudad de Buffalo para perpetrar este horrible crimen”.
“Ciertamente nos entristece que alguien condujera desde cientos de millas de distancia, alguien que no era de esta comunidad, que no conocía a esta comunidad, que vino aquí para quitarse la mayor cantidad posible de vidas negras, que hizo esto de manera deliberada y premeditada, planeando esto”, dijo Brown, quien es el primer alcalde negro de Buffalo.
“Pero somos una comunidad fuerte y seguiremos avanzando”, dijo. “Esta es una comunidad que está experimentando un desarrollo. La gente ha estado esperando y esperando inversiones, crecimiento y oportunidades. No permitiremos que la ideología de odio detenga el progreso que estamos viendo y experimentando en la ciudad de Buffalo”.
Como suele ser el caso después de los tiroteos masivos en Estados Unidos, Brown pidió al Congreso que promulgue leyes de control de armas más estrictas y dijo: “Tenemos que presionar más a los legisladores en Washington, aquellos que han sido obstruccionistas, para que controlen las armas de manera sensata, para que reformando la forma en que se permite que las armas proliferen y caigan en las manos equivocadas en este país”.
Tales súplicas después de tiroteos masivos pasados en su mayoría no han sido escuchadas, con escasos cambios en las leyes de control de armas.
Gendron fue procesado en la corte el sábado por la noche por cargos de asesinato en primer grado y se ordenó su detención sin derecho a fianza. Otra audiencia judicial está programada para los próximos días.
En una rueda de prensa anterior, el alguacil del condado de Erie, John García, calificó el tiroteo como un crimen de odio.
“Esto fue pura maldad. Fue directamente [un] crimen de odio por motivos raciales de alguien fuera de nuestra comunidad (...) que entró en nuestra comunidad y trató de infligirnos ese mal”, dijo García.
Los investigadores dijeron que están revisando una larga declaración que sospechan fue publicada en línea por el pistolero describiendo sus motivaciones e ideología supremacistas blancas. El documento de 180 páginas detalla la radicalización del autor en los foros de Internet, así como un plan para apuntar a un vecindario predominantemente negro.
El autor también se describió a sí mismo como fascista y antisemita. La declaración repite una teoría de conspiración de extrema derecha que argumenta sin fundamento que la población blanca en los países occidentales está siendo reducida, o "reemplazada", por inmigrantes no blancos.
El alcalde Brown dijo que la combinación de armas y esa ideología es combustible.
“No es solo Buffalo, Nueva York. Son las comunidades en todos los rincones de este país las que no están seguras con las armas y con la ideología de odio que se ha permitido proliferar en las redes sociales e Internet”, dijo a CBS. “Eso tiene que ser controlado. Eso tiene que ser detenido. No es libertad de expresión. No es el habla estadounidense. Es un discurso de odio. Y debe terminarse".
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