El reverendo Billy Graham, conocido como “el pastor de Estados Unidos”, fue sepultado este viernes en un funeral privado que se llevó a cabo bajo un gran toldo blanco evocando “la Catedral de Lona” que le sirvió para predicar hace 70 años.
El servicio en la Biblioteca Billy Graham de Charlotte, Carolina del Norte en horas del mediodía, fue seguido por el entierro de sus restos junto a los de su esposa Ruth —fallecida en 2007—, a un lado del camino de ladrillos en forma de cruz del Jardín de Oraciones de la biblioteca.
Unos 2.300 invitados, incluyendo el presidente Donald Trump y el vicepresidente Mike Pence, ambos acompañados de sus esposas. Ninguno de los dos tenían previsto hablar durante el servicio, pero ambos se reunieron en privado con la familia de Graham.
“Fue la intención explícita del reverendo Graham que su funeral reflejara y reforzara el mensaje del Evangelio que predicó durante más de 60 años”, dijo su portavoz, Mark DeMoss, en el sito web de la Asociación Evangélica Billy Graham.
Su hijo mayor, Franklin Graham, ahora director general de la Asociación Evangelista Billy Graham, fue el orador principal del funeral. En sus palabras exhortó a los asistentes a recibir la salvación.
Rememoró como "El Billy Graham que el mundo conoció a través de la televisión, el Billy Graham que el mundo vio en grandes estadios era el mismo Billy Graham que nosotros veíamos en casa. No había dos Billy Graham".
La hermana del pastor, Jean Ford, su hijo Nelson y sus hijas Virginia, Anne y Ruth también tienen hablaron durante la ceremonia.
El funeral de este viernes fue precedido por dos días de capilla ardiente en la rotonda del Capitolio de Estados Unidos, un honor concedido antes a solo otras cuatro personas.
El reverendo Graham descansa en un ataúd de madera de pino confeccionado por los reos de una cárcel de Luisiana.