Rusia lanzó varias ráfagas de misiles contra Ucrania este jueves, con ataques en todo el país que mataron al menos a 11 personas, según las autoridades de Kiev.

Los ucranianos dijeron haber interceptado la gran mayoría de los 55 misiles lanzados y acusaron a Moscú de haber utilizado también cohetes hipersónicos Kinzhal. Las ráfagas tuvieron el mismo objetivo de los últimos meses.

Denys Shmyhal, Primer Ministro de Ucrania, dijo en Telegram: “El objetivo principal son las instalaciones energéticas, privando a los ucranianos de luz y calor.”

La ola de ataques se produjo un día después de que Alemania y Estados Unidos se comprometieran a enviar decenas de tanques de combate a Ucrania: un paso significativo en el apoyo militar occidental.

Mientras los Leopards II de los alemanes y aliados europeos podrían ser entregados en un par de semanas, para los avanzados Abrams estadounidenses la espera podría ser más larga.

Sabrina Singh, viceportavoz del Pentágono, explicó: “Simplemente no tenemos estos tanques disponibles en exceso en nuestras reservas estadounidenses, por lo que llevará meses transferir estos M1 Abrams a Ucrania”.

En Rusia fueron varias las reacciones negativas al envío de los tanques occidentales. El Kremlin dijo que ahora la posibilidad de un acuerdo de paz no es factible y rechazó lo que afirmó Occidente: este envío no es un involucramiento directo en el conflicto.

Dmitry Peskov, Portavoz del presidente Vladimir Putin, dijo: “Estamos categóricamente en desacuerdo con eso. Moscú ve todo lo que la alianza y las capitales que he mencionado están haciendo como una participación directa en el conflicto. Podemos verlo crecer."

Entretanto, los conflictos entre ucranianos y rusos siguen escalando con la mirada a la primavera, donde la guerra podría alcanzar otra vez su punto más álgido.

Los aliados ya se están moviendo para entregar por lo menos los Leopards II, unos tanques que podrían dar una ventaja militar importante a Kiev, según analistas. Después de los tanques, Ucrania también pide aviones de combate. Sin embargo, el mismo canciller de Alemania, Olaf Schoolz, dijo que por ahora esta opción no está sobre la mesa.