Los reguladores de la Unión Europea bloquearon la planeada fusión de las bolsas de valores de Nueva York y Fráncfort.
El acuerdo por $10.000 millones de dólares hubiera creado el mayor operador de mercados accionarios del mundo, pero fue cuestionado por los reguladores.
El comisionado de competitividad de la Unión Europea, Joaquín Almunia, dijo este miércoles 1º de febrero de 2012 que el propuesto acuerdo entre los propietarios del New York Stock Exchange y la Deutsche Boerse en Fráncfort fue rechazado porque hubiera creado casi un injusto monopolio en las transacciones de derivados europeos.
Las operaciones representan complejos bienes financieros en los que los inversionistas apuestan a las fluctuaciones en el valor de acciones, materias primas y monedas.
Almunia dijo que la nueva bolsa de valores combinada hubiera controlado el 90% de las comercializaciones europeas, lo que, según dijo, no era aceptable.
El funcionario describió las comercializaciones de tales bienes como el corazón del sistema financiero e indicó que era crucial para la economía europea que haya competencia para las transacciones.
La Bolsa de Valores de Nueva York, a menudo considerada como la cara del capitalismo estadounidense, y la Deutsche Boerse habían anunciado la planeada fusión con gran algarabía hace casi un año, indicando que necesitaban fusionarse para ahorrar dinero y para ofrecer sus acciones a un rango más amplio de inversionistas.
El jefe ejecutivo de Deutsche Boerse, Reto Francioni, calificó el rechazo de la Unión Europea a la fusión como un día negro para Europa y para la competitividad global en los mercados financieros.
El operador del New York Exchange, NYSE Euronext, y la bolsa de Fráncfort dijeron que están discutiendo cómo cancelar la propuesta fusión.
