Las remesas a los países de ingresos medios y bajos crecerán más de lo que se esperaba en 2021 y Latinoamérica y el Caribe probablemente alcancen un nuevo récord, convirtiéndose en la región con más incremento en todo el mundo, de acuerdo con estimaciones del Banco Mundial.
En América Latina se prevé que el aumento de las remesas sea de un 21,6% cuando finalice el año, un nuevo máximo de 126.000 millones de dólares en 2021, según la reseña sobre migración y desarrollo publicada el miércoles por el Banco Mundial (BM).
A nivel global, se estima que en 2021 las remesas de los países de ingreso bajo y medio ascenderán un 7,3% a 589.000 millones de dólares.
Sería el segundo año consecutivo en el que los flujos de remesas a los países de bajos y medianos ingresos -excluyendo a China- superen la suma de la inversión extranjera directa y la asistencia externa para el desarrollo, lo que remarca la importancia de las remesas como medio de sustento para que los hogares cubran sus necesidades básicas en momentos de dificultades económicas.
“Los flujos de remesas que envían los migrantes han sido un complemento fundamental de los programas públicos de transferencia de efectivo” para ayudar a familias durante la crisis económica provocada por la pandemia de coronavirus, dijo Michal Rutkowski, director mundial del Departamento de Prácticas Mundiales de Protección Social y Trabajo del BM. “Facilitar los flujos de remesas a fin de brindar alivio a los ajustados presupuestos de los hogares debería ser un componente fundamental de las políticas públicas para propiciar la recuperación mundial”, aseguró.
Detrás de Latinoamérica las regiones que más remesas recibirán son Oriente Medio y Norte de África, con un aumento del 9,7% respecto de 2020; Asia meridional, un 8%; África al sur del Sahara, un 6,2%, y Europa y Asia Central, un 5,3%.
En Asia Oriental y el Pacífico las remesas disminuyeron un 4%, pero si se excluye a China registraron un aumento del 1,4%, dijo el informe del BM.
La economía de América Latina se vio fuertemente castigada por la pandemia y el PBI cayó cerca de un 7% en 2019 a niveles que no se veían en más de 100 años. Aunque los organismos multilaterales proyectan que este año terminará con una reactivación de alrededor del 6%, reducen la actividad a la mitad para el año próximo debido principalmente a la amenaza de nuevas variantes de coronavirus y temores de un rebrote.
Para 2022 el BM espera que las remesas aumenten un 2,6% a nivel mundial y un 4,4% en Latinoamérica debido a las perspectivas de menor crecimiento de Estados Unidos, el país desde el que más remesas se envían a la región.
En Latinoamérica, México fue el principal receptor de remesas este año: allí llegaron 52.700 millones de dólares, equivalentes al 42% de las remesas de la región.
En algunos países con economías más pequeñas el valor de las remesas representa más del 20% del Producto Bruto Interno. Entre ellos aparece El Salvador, con un 26,2%; Honduras, con un 26,6%, y Guatemala, con un 18%, dijo el BM.
Entre los factores que ayudaron al incremento de las remesas en América Central y México están los efectos adversos de la pandemia y los huracanes Grace e Ida, señaló el BM. Mencionó también la recuperación del empleo y los programas de asistencia fiscal y social en los países donde están los migrantes que envían el dinero, especialmente en Estados Unidos; y el incremento de migrantes en tránsito en México y en otros países.
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