El papa Francisco llamó a luchar contra la lógica del consumo y el desperdicio del mundo actual, en su primera eucaristía en una plaza del centro de esta ciudad del oriente de Bolivia.
Ante una multitud que se extendía por varios kilómetros hacia las principales avenidas, el pontífice pidió seguir el ejemplo de Jesús que multiplicó los panes y el vino para poder alimentar a los hambrientos.
"Frente a tantas situaciones de hambre en el mundo podemos decir: no nos dan los números, no nos cierran las cuentas... (y) la desesperación termina ganándonos el corazón", dijo Francisco, conocido como el papa de los pobres..
"Basta de descarte, no hay que excluir a nadie. En un corazón desesperado es muy fácil que gane espacio la lógica que pretende transformar todo en objeto de cambio, de consumo, todo negociable... una lógica que pretende dejar espacio a muy pocos, descartando a todos aquellos que no producen", añadió en una misa concelebrada con 300 sacerdotes y 50 obispos.
Miles de fieles durmieron a la intemperie en Santa Cruz, Bolivia a la espera de la misa que se ha oficiado a los pies del Cristo Redentor de la ciudad.
Las bajas temperaturas y la humedad obligaron a los fieles a llegar con gruesas casacas, gorras y hasta guantes, pero durante la noche gritaban “Bolivia te ama, papa Francisco, Bolivia te ama”.
El papa pernoctó en la casa del cardenal Julio Terrazas, arzobispo emérito de Santa Cruz, debido a que no existe una representación pontificia en esta ciudad.
No es la única improvisación en Santa Cruz. El papa y varios obispos utilizaron el local de un Burger King cercano a la plaza como sacristía, la solución más adecuada y cercana al altar.
El papa llegó de La Paz el miércoles por la noche donde apenas estuvo unas horas para evitar los efectos que pueda tener la altura de la capital boliviana (4.000 metros), pero tuvo a su disposición un tanque de oxígeno por precaución.
El pontífice fue recibido por el presidente Evo Morales, a quien elogió por dar "pasos importantes" para incluir a los pobres y marginados en la vida política y económica del país más pobre de Sudamérica.
Pero Morales ha chocado con la Iglesia católica local al tomar varias iniciativas anticlericales, como una nueva constitución en 2009 que hizo del país, de mayoría católica, un estado secular. En cuanto Morales asumió el cargo en 2006, la Biblia y la cruz fueron retiradas del palacio presidencial. Y en las ceremonias oficiales del estado, los ritos andinos sustituyeron a los católicos.
En su discurso, Francisco señaló que la fe católica arraigó en Bolivia hace siglos y ha seguido iluminando a la sociedad, contribuyendo al desarrollo de la nación y dando forma a su cultura.
Morales, por su parte, rememoró cómo en el pasado la Iglesia fue utilizada por los opresores del pueblo boliviano, del que tres cuartas partes tienen origen indígena, pero reconoció que las cosas han cambiado con este papa.
"Quien traiciona a un pobre, traiciona al papa Francisco", dijo Morales.
El presidente ofreció entonces un inusual regalo a Francisco: un crucifijo tallado con la hoz y el martillo, el símbolo comunista que alude a la unión de los trabajadores.
Morales entregó a Francisco otro obsequio con carga política: un ejemplar de "El libro del mar", sobre cómo Bolivia perdió su salida al mar durante la guerra del Pacífico con Chile en 1879-83.
Francisco se refirió a la polémica en un discurso ante autoridades civiles en La Paz, y pidió a los países de la región que mejoren sus relaciones diplomáticas para evitar "los conflictos entre pueblos hermanos y contribuya al diálogo franco y abierto de los problemas, hoy es indispensable".
"Y estoy pensando acá en el mar", subrayó. "Diálogo es indispensable. Construir puentes en vez de levantar muros", añadió en medio de aplausos.