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Bolivia: poca transparencia en convenios de extracción de litio con empresas de China y Rusia


Ministro de Hidrocarburos y Energía, Franklin Molina, asegura que el modelo de convenio con empresas de China y de Rusia "es soberano" pero no hay información pública que lo confirme.
Ministro de Hidrocarburos y Energía, Franklin Molina, asegura que el modelo de convenio con empresas de China y de Rusia "es soberano" pero no hay información pública que lo confirme.
Franklin Molina

Franklin Molina

ministro de Hidrocarburos y Energías de Bolivia

“Hemos establecido dentro de ese proceso un modelo soberano de la explotación de litio, (...) en toda la cadena productiva hay un control soberano y absoluto del Estado a partir de nuestra empresa, y eso han aceptado las empresas que vienen (de China y Rusia)”.

Sin datos
Autoridades de Bolivia aseguran que los acuerdos se dan bajo un “modelo soberano”, sin embargo, expertos aseguran que estos convenios no son transparentes en los detalles.

No hay datos públicos que permitan conocer si existe o no un “modelo soberano” para explotación de litio en Bolivia, en convenios de 2023 con empresas extranjeras de China y Rusia, como lo ha dicho el ministro de Hidrocarburos y Energías boliviano, Franklin Molina.

Bolivia, según el presidente Luis Arce, de enero a junio de 2023 ha realizado acuerdos por un estimado de 2.800 millones de dólares con las empresas chinas CATL BRUNP & CMOC (CBC) y CITIC GUOAN, y con la rusa Uranium One Group para la industrialización del litio.

Especialistas señalan que aunque en términos legales el Estado está obligado a tener soberanía sobre el litio en toda la cadena productiva, se desconocen los detalles de los nuevos convenios firmados con las empresas de China y Rusia.

En una entrevista transmitida por Facebook el pasado 20 de junio que tiene más de 5.000 vistas, el ministro de Hidrocarburos y Energías boliviano, Franklin Molina, dijo:

“Hemos establecido dentro de ese proceso un modelo soberano de la explotación de litio, (...) en este caso, todas las áreas para empezar son de YLB (Yacimientos de Litio Bolivianos). La construcción de la planta es de YLB, la planta es de YLB , y además la comercialización estará a cargo de YLB. En toda la cadena productiva hay un control soberano y absoluto del Estado a partir de nuestra empresa, y eso han aceptado las empresas que vienen (de China y Rusia)”. (min 9:55).

Este no ha sido el único discurso sobre el tema. Existe un mensaje reiterado de la autoridad sobre la soberanía en el litio. El pasado 29 de junio de 2023, en un mensaje oficial, Carlos Ramos, presidente de la estatal YLB, dijo:

“Estas empresas (CITIC GUOAN y Uranium One Group) realizan y van a realizar sus actividades bajo el modelo soberano, aceptaron trabajar bajo las condiciones de YLB y el control y la soberanía del litio se queda con el Estado, se queda para el país, se queda para todos los bolivianos”.

En la presentación del convenio, Molina añadió que se trata de un modelo de negocios soberano para el país, "donde YLB es el propietario 100% de los recursos y 100% en la cadena de la comercialización”.

Los discursos de los funcionarios fueron transmitidos además de medios de comunicación, en Facebook, en donde ha tenido más de 28.000 visualizaciones, superando los 800 comentarios y las 2.000 reacciones.

Normativas y realidad

Mientras la normativa de Bolivia establece un control estatal absoluto del estado sobre toda la cadena para extraer litio, el gobierno ha integrado a empresas extranjeras en la industrialización del “oro blanco” sin explicar o hacer públicos detalles de cómo intervendrán.

Según la CEPAL. el marco normativo de Bolivia establece “un control estatal absoluto sobre la propiedad, el acceso a la explotación y los procesos de extracción y producción" de litio.

La legislación boliviana detalla que se podrán hacer contratos con empresas extranjeras mientras haya participación mayoritaria del Estado, pero las autoridades han dicho que no se tratan de contratos si no de acuerdos y convenios.

Jorge Campanini, investigador del Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB), ingeniero ambiental y quien ha estado de cerca en el análisis de los proyectos de industrialización del litio, dijo a la Voz de América que no se saben en realidad los detalles de cómo son los acuerdos con las empresas chinas CATL BRUNP & CMOC (CBC) y CITIC GUOAN, y con la rusa Uranium One Group, de Rosatom, “empezando desde cuestiones básicas sobre cuál es la forma de vínculo que va a tener, qué apoyo legal existe para el establecimiento de esos vínculos, no está claro”, refirió.

Campanini mencionó que aunque existen alternativas como una empresa mixta, la compra de patente, o el establecimiento de un contrato, al momento no se tiene clara la vía.

Diego von Vacano, profesor de Ciencias Políticas en Texas A&M University, exasesor ad honorem de la gestión del presidente Luis Arce hasta marzo del 2022 y consultor de empresas del sector del litio, dijo a la VOA que a su parecer, aunque técnicamente Bolivia tiene el control soberano, en la práctica no es así.

“Al decir que Bolivia tiene control soberano del litio, eso es teóricamente cierto, pero en la práctica no es verdad, porque YLB no tiene recursos, no tiene capacidad humana, técnica, entonces por eso quiere asociarse con empresas mucho más grandes, como CATL, Uranium One, CITIC GUOAN, etcétera, pero al asociarse con esas empresas y siendo estas empresas extranjeras, entonces automáticamente Bolivia pierde la soberanía”.

Aunque YLB tiene gran participación, las empresas chinas tendrían mucho más control y poder al ser conglomerados grandes.

“Lo que creo es que estas empresas, sobre todo las chinas, que son conglomerados muy grandes, con mucha experiencia en muchos sectores, lo que ellos quieren es controlar el recurso de litio a largo plazo, entonces no sabemos cuándo van a realmente extraer, comercializar, e industrializar el litio, porque la industria de litio está dominadas por empresas chinas y por el gobierno chino, entonces no tienen necesariamente la urgente necesidad de satisfacer los objetivos bolivianos de soberanía”, refirió.

La Embajada de China en Bolivia y el Ministerio de Hidrocarburos y Energía no respondieron a solicitudes de comentario de la Voz de América para este reporte.

En una publicación del Ministerio de Hidrocarburos el 3 de julio, el gerente general de QINGHAI CITIC GUOAN, sucursal Bolivia, Li Yong, dijo que su compañía está dispuesta a coordinar “un modelo de negocio bajo el derecho soberano del Estado boliviano sobre el litio” con todas las leyes y normativas, sin dar más detalles.

Un proyecto estancado

El proyecto de industrialización del litio, de acuerdo con el investigadorCampanini, tiene más de 10 años que no da frutos, aunque se han prometido varios proyectos.

“No han colocado a Bolivia en el mercado de litio”, dijo, comparado con Argentina y Chile.

Y aunque se trata de un mineral estratégico, organizaciones como CEDIB señalan el camino largo para integrar a Bolivia en la industrialización del litio.

Falta de transparencia

De acuerdo con el gobierno de Bolivia, el proyecto contempla que las empresas de China y Rusia realicen lo necesario para implementar una planta industrial y producir carbonato de litio con 99,5% de pureza, así como procesos de industrialización con tecnología patentada de Extracción Directa del Litio (EDL), una nueva tecnología para extraer litio.

Cuando se plantea llegar a un estimado de producción de 50.000 toneladas anuales de carbonato de litio, el medio independiente Mongabay de Latinoamérica ha evidenciado las faltas de transparencia y poca información pública sobre las empresas y los planes de producción.

“Va a ser inversión extranjera directa y retribuida no sabemos si con intereses, no sabemos en cuánto tiempo, no sabemos cómo va a ser la relación (...) no sabemos cómo van a hacer los estudios ambientales, no sabemos cómo va a ser la consulta”, expuso a VOA Campanini.

El especialista reconoció que para implementar la tecnología EDL se necesitan análisis ambientales, los cuales no han sido públicos, además de conocer la hidrogeología de los salares, la geoquímica, la biodiversidad.

En el tema social, manifestó que hay espacios con territorios indígenas a los que se les tiene que informar, pero no se han dicho detalles.

“Creemos que eso se va a repetir y es un comportamiento típico en el estado, falta de transparencia”, dijo.

Para el consultor de empresas relacionadas con litio Diego Von Vacano, los convenios con estas empresas han sido muy generales, como memorándum de entendimiento.

“No existe un contrato formal (...) todo lo que se ha firmado hasta ahora son simplemente acuerdos o convenios de entendimiento". Esto "les permitiría a estas empresas controlar el recurso boliviano (...) les conviene a estas empresas, sobre todo las chinas, para controlar el litio mundial, la oferta y la demanda”, apuntó.

Juan Carlos Montenegro, ex gerente ejecutivo de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) e investigador emérito del Instituto de Investigaciones en Metalurgia y Materiales de la UMSA (Universidad Mesoamericana de San Agustín de Bolivia), dijo a la Voz de América que no se conocen los detalles de los acuerdos porque "no fueron publicados".

Beneficios sin detalles

Aunque el estado boliviano asegura que existe toda una cadena de modelo soberano de la extracción del litio y hasta la comercialización, Álvaro Arnez, viceministro de Energías Alternativas, refirió en el medio Unitel que las empresas que están invirtiendo tendrán prioridad para adquirir este “oro blanco”.

Luego de que el gobierno llevara a periodistas e influencers a un tour a la planta de carbonato de litio, Llipi, en el salar de Uyuni, Arnez dijo al medio que “existe un carácter prioritario para aquellas empresas que están invirtiendo en Bolivia porque están aportando a la economía boliviana”.

No obstante, no se aclara qué cantidades le corresponden o las utilidades que obtendrán.

“Lo que estamos asumiendo con estos proyectos es que estas empresas tanto CATL, CITIC y Rosatom, van a invertir de su bolsillo para construirlas y poner las plantas a funcionar, teóricamente después va a ser Bolivia el seguimiento, la fiscalización de construcción, etc., pero toda la parte de implementación es por parte de las empresas que vienen. El problema es cómo las vamos a pagar, cómo funciona esta relación, que no es clara”, dijo Campanini.

Existen otras dudas sobre si estos montos de inversión incluyen el tendido eléctrico, la construcción de caminos y todas las logísticas. “Estás hablando de lugares que son desérticos, hay que empezar desde llevar la electricidad hasta esos sitios”, agregó Campanini.

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