Está en cuidados intensivos con quemaduras en el 40% de su cuerpo a nivel de la cara, cabeza, tórax y miembros superiores.
El criminal hecho contra el comunicador de 70 años ocurrió en Yacuiba una población situada en el extremo sur del país y fronterizo con Argentina.
El incidente fue seguido en vivo por los oyentes del programa que al percatarse del ataque salieron inmediatamente en su auxilio.
Antes del ataque a la radio "primero han tirado un balazo (...) y después le rociaron gasolina, le echaron el fuego y se ardió todo", relató Juana de Vidal, esposa del comunicador.
Tres de los cuales están ya detenidos, según reporte de las autoridades.
La acción fue condenada por el gobierno boliviano, que anunció "una investigación acelerada y rigurosa", según un comunicado del Ministerio de Gobierno.
Por su parte, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), calificó el atentado desde Miami como un "acto de extrema crueldad y alejado de los elementales principios de libertad de prensa y tolerancia", según el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la organización, Claudio Paolillo.
En un comunicado fechado en Londres, Amnistía Internacional (AI) había considerado previamente que "la investigación del incidente por parte de las autoridades bolivianas debe ser independiente e imparcial y los responsables deben ser llevados ante la justicia en el plazo más breve".