El presidente boliviano, Evo Morales, reconoció el miércoles su derrota en las urnas, un día después que el Tribunal Supremo Electoral declarara ganador por tres puntos al "No" a la reforma constitucional que le habría permitido postularse a un cuarto período consecutivo en 2019.
"Respetamos los resultados del referendo. El pueblo no quiere una modificación a la Constitución, pero no es un voto contra el proceso de cambio. No ganó el neoliberalismo", dijo Morales.
El "No" logró el 51,31% de los votos frente al 48,69% del "Sí". La cerrada disputa mantuvo en vilo al país desde el domingo hasta el martes a la medianoche, cuando se anunció el resultado tras un lento recuento.
Con el 99,4% de los votos escrutados oficialmente, el Tribunal Supremo Electoral aseguró que excedió todos los límites de su capacidad logística para entregar este resultado a dos días del referéndum.
Katia Uriona, presidenta del órgano electoral, afirmó que aún no se proclama el resultado oficial debido a que el 6 de marzo se repetirá la consulta en 25 mesas con cerca de 5.000 electores en Santa Cruz y una en La Paz con unos 200 electores.
De acuerdo al último reporte, seis de los nueve departamentos en Bolivia votaron por negarle a Morales y a su vicepresidente Álvaro García Linera la opción de ir a una reelección en las elecciones previstas para 2019.
Los departamentos orientales de Santa Cruz, Beni y Pando votaron por el NO superando el 60 % de votos. A ellos se unió Potosí donde también se impuso la negativa a una reelección.
Mientras que departamentos como La Paz, Oruro y Cochabamba votaron por el SI pero con un margen relativamente estrecho.
La Constitución política boliviana ya había sufrido una reforma para permitir a Evo Morales ir a una reelección en 2014 lo que le convirtió en el presidente con el período democrático más largo de gobierno, desde 2006, y que concluirá ahora en enero de 2020.
La oposición boliviana, que impulsó el voto por el NO, admitió a través de sus más conocidos dirigentes como Jorge Quiroga y Samuel Doria Medina que tienen ahora el desafío de articularse para enfrentar elecciones sin Evo Morales en 2019.