Marc Fucarile, la última de las víctimas del atentado de Boston que permanecía hospitalizada regresó este miércoles a su hogar.
Familiares y los médicos que lo atendieron se dieron cita para darle la despedida en el vestíbulo del centro especial de rehabilitación Spaulding, en Charlestwon, Massachusetts.
Fucarile, que estuvo 100 días exactos en el hospital, perdió su pierna derecha a la altura de la rodilla, sufrió graves quemaduras y fue alcanzado por la metralla de una de las dos bombas colocadas en un tramo del Maratón de Boston por terroristas el pasado 15 de abril, con saldo de tres muertos y más de 260 heridos.
“Al igual que muchos otros sobrevivientes, aún me quedan pendientes cirugías y otros procedimientos médicos. Necesitaré una prótesis y adaptarme (a ella) por el resto de mi vida”, dijo Fucarile, de 34 años, con un hijo y techero de oficio, quien ya fue llevado 16 veces a la mesa de operaciones y sometido a 49 procedimientos quirúrgicos.
Su prometida, Jennifer Regan, confesó que durante todo este tiempo lo echó mucho de menos “Su hijo Gavin no lo ha tenido en casa para la cena durante 100 días. Sí, estoy muy emocionada”, dijo.
Familiares y los médicos que lo atendieron se dieron cita para darle la despedida en el vestíbulo del centro especial de rehabilitación Spaulding, en Charlestwon, Massachusetts.
Fucarile, que estuvo 100 días exactos en el hospital, perdió su pierna derecha a la altura de la rodilla, sufrió graves quemaduras y fue alcanzado por la metralla de una de las dos bombas colocadas en un tramo del Maratón de Boston por terroristas el pasado 15 de abril, con saldo de tres muertos y más de 260 heridos.
“Al igual que muchos otros sobrevivientes, aún me quedan pendientes cirugías y otros procedimientos médicos. Necesitaré una prótesis y adaptarme (a ella) por el resto de mi vida”, dijo Fucarile, de 34 años, con un hijo y techero de oficio, quien ya fue llevado 16 veces a la mesa de operaciones y sometido a 49 procedimientos quirúrgicos.
Su prometida, Jennifer Regan, confesó que durante todo este tiempo lo echó mucho de menos “Su hijo Gavin no lo ha tenido en casa para la cena durante 100 días. Sí, estoy muy emocionada”, dijo.