Una comisión de investigadores independientes encargada de estudiar hasta donde llegó la responsabilidad de la compañia petrolera BP en el derrame de crudo este año en el Golfo de México señaló que no cree que la firma haya sacrificado la seguridad de sus empleados con tal de ahorrarse dinero.
En sus conclusiones preliminares, el panel respaldó la mayoría de las explicaciones dadas por la British Petroleum sobre la explosión el pasado 20 de abril de la plataforma frente a la costa de Louisiana, que provocó la muerte de 11 trabajadores y la fuga al mar de alrededor de 200 millones de galones de crudo.
El investigador principal del grupo, Fred H. Bartlit hijo, dijo estar de acuerdo con el 90 por ciento de las conclusiones formuladas por la empresa sobre el catastrófico derrame.
Tales resultados restan fuerza a las acusaciones hechas en el Congreso de que BP actuó con negligencia con el propósito de no incurrir en gastos mayores.
El panel puso especial atención en los señalamientos que culpan a la empresa de haber tomado más en cuenta el dinero que la seguridad de sus trabajadores.
"No encontramos ningún caso en el que una persona encargada de tomar decisiones, o grupo de personas, estuviera al tanto de los riesgos de seguridad, así como de los costos, y que optara por sacrificar la seguridad a cambio de disminuir los costos", dijo Bartlit.
Según un abogado de Luisiana que ha demandado a BP, Daniel Becnel, los resultados preliminares de la comisión investigadora son “absolutamente absurdos”.
La propia BP llevó a cabo una investigación interna en la que descubrió fallas en algunas obras de la contratista Halliburton y el mantenimiento que hacía la propietaria de la plataforma Transocean Ltd. a partes importantes del equipo.
La compañía también cuestionó por qué sus propios empleados malinterpretaron una prueba de presión crucial antes de la explosión.
A mediados de enero la comisión deberá presentar otro informe al presidente Barack Obama.