El vuelo nocturno a Sao Paulo de cuatro mil 80 millas fue fácil para el equipo de la Copa Mundial de Estados Unidos. Pero, el viaje en autobús de cuatro kilómetros desde su hotel sede a través de las calles congestionadas de la ciudad, al campo de entrenamiento fue otra cosa.
Los estadounidenses aterrizaron procedentes de Miami y llegaron a su hotel en un autobús con la bandera americana y el lema "Unidos por el Equipo, Impulsados por la Pasión." Policías en motocicletas con las barras y estrellas que salen de sus ruedas abrieron el camino, y un helicóptero sobrevolaba.
Cuatro soldados en uniforme y unas dos docenas de policías antidisturbios estaban fuera del hotel, junto a un parque en una calle bordeada de árboles. Los jugadores con cara de sueño fueron aplaudidos cuando entraron en el vestíbulo.
Lo que en los mapas aparece como un corto paseo al lujoso complejo de entrenamiento de Barra Funda del Sao Paulo Futebol Clube tomó 45 minutos en el tráfico del atardecer.
Pero todo estaba en calma en todo el equipo de Estados Unidos. La instalación Barra Funda cuenta con tres campos completos y dos pequeños - para los porteros y para los entrenamientos de alta intensidad. El campo principal se encuentra con 704 asientos.
Hay 20 habitaciones en las que los jugadores y los entrenadores pueden dormir o pasar el rato entre sesiones de entrenamiento, además de una piscina, cocina, comedor, servicio de peluquería y sala de juegos con billar y videojuegos.
El entrenador Jurgen Klinsmann se quedó en Miami para ver el partido de exhibición de Ghana contra Corea del Sur.
Apenas siete horas después de que los estadounidenses desembarcaron, su entrenamiento inicial se llevó a cabo bajo la dirección del resto del personal.
La temperatura era de 66 grados con cielo nublado, mucho más fría que la temperatura esperada para los juegos de Estados Unidos contra Ghana, Portugal y Alemania, que se jugarán en el noreste de Brasil, con el calor de la selva amazónica.
Síganos en nuestra cuenta de Twitter en @voanoticias y en el hashtag #Brasil2014
Los estadounidenses aterrizaron procedentes de Miami y llegaron a su hotel en un autobús con la bandera americana y el lema "Unidos por el Equipo, Impulsados por la Pasión." Policías en motocicletas con las barras y estrellas que salen de sus ruedas abrieron el camino, y un helicóptero sobrevolaba.
Cuatro soldados en uniforme y unas dos docenas de policías antidisturbios estaban fuera del hotel, junto a un parque en una calle bordeada de árboles. Los jugadores con cara de sueño fueron aplaudidos cuando entraron en el vestíbulo.
Lo que en los mapas aparece como un corto paseo al lujoso complejo de entrenamiento de Barra Funda del Sao Paulo Futebol Clube tomó 45 minutos en el tráfico del atardecer.
Pero todo estaba en calma en todo el equipo de Estados Unidos. La instalación Barra Funda cuenta con tres campos completos y dos pequeños - para los porteros y para los entrenamientos de alta intensidad. El campo principal se encuentra con 704 asientos.
Hay 20 habitaciones en las que los jugadores y los entrenadores pueden dormir o pasar el rato entre sesiones de entrenamiento, además de una piscina, cocina, comedor, servicio de peluquería y sala de juegos con billar y videojuegos.
El entrenador Jurgen Klinsmann se quedó en Miami para ver el partido de exhibición de Ghana contra Corea del Sur.
Apenas siete horas después de que los estadounidenses desembarcaron, su entrenamiento inicial se llevó a cabo bajo la dirección del resto del personal.
La temperatura era de 66 grados con cielo nublado, mucho más fría que la temperatura esperada para los juegos de Estados Unidos contra Ghana, Portugal y Alemania, que se jugarán en el noreste de Brasil, con el calor de la selva amazónica.
Síganos en nuestra cuenta de Twitter en @voanoticias y en el hashtag #Brasil2014