El expresidente de Brasil, Luis Inacio Lula Da Silva, su esposa María Leticia y seis personas más fueron acusadas por fiscales federales en el extenso escándalo de Petrobras.
Es la primera vez que Lula, el político más popular de Brasil pese a las acusaciones de corrupción en su contra y en contra de su Partido de los Trabajadores, ha sido acusado por fiscales federales por su participación en el masivo fraude de sobornos de la petrolera estatal brasileña.
El caso de Lula será presidido por el juez anti-corrupción Sergio Moro, quien ha encarcelado a decenas de ejecutivos y otros involucrados en el escándalo. Moro deberá decidir si Lula debe ir a juicio.
Lula podría ser arrestado por haber recibido un apartamento de lujo en la costa de Sao Paulo, de una de las constructoras comprometidas en el escándalo. El exmandatario ha negado que el penthouse de tres pisos en Guarujá, sea de su propiedad, aunque ha dicho que lo ha visitado.
La policía federal pidió a los fiscales el mes pasado presentar cargos contra Lula y su esposa, acusándolos de recibir unos 2,4 millones de reais ($747.896) en beneficios por parte de la constructora OAS, en relación con el apartamento.
Los cargos anunciados por los fiscales en un comunicado, también fueron presentados contra Leo Pinheiro, expresidente de la constructora OAS, acusada de dar regalos a Lula a cambio de favores, y contra el jefe de la fundación Lula, Paulo Okamotto, al igual que contra cuatro exempleados de Petrobras.
