La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, convocó al embajador de Estados Unidos en Brasil, para que brinde explicaciones sobre las denuncias del espionaje de las comunicaciones de la mandataria, que surgieron de nuevos datos filtrados por el exinformativo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos, Edward Snowden.
Según informa la red de televisión O’Globo, el programa “Fantástico” que emite la propia cadena brasileña tuvo acceso a una presentación realizada en la NSA en junio de 2012 donde se indica que fueron monitoreadas las comunicaciones de la mandataria brasileña, lo cual fue expuesto por el periodista estadounidense Glenn Greenwald, quien ha revelado la información filtrada por Snowden.
Tras las revelaciones, la presidenta Rousseff se reunió con el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, de Comunicaciones, Paulo Bernardo, o de Defensa, Celso Amorim, así como con el ministro de Relaciones Exteriores, el canciller, Luiz Alberto Figueiredo, quien se reunió en el Palacio de Itamaraty, sede de la cancillería brasileña con el embajador Shannon.
"Esto representa una violación inaceptable, inadmisible de la soberanía de Brasil. Ese tipo de práctica es incompatible con la confianza necesaria para la relación estratégica que existe entre los dos países", expresó Figueiredo en conferencia de prensa conjunta con Cardozo.
Según la información divulgada por la prensa brasileña, la NSA también espió al entonces candidato y actual presidente de México, Enrique Peña Nieto.
Las revelaciones llegan en un momento importante para las relaciones entre Brasil y Estados Unidos, cuando la presidenta Rousseff se prepara para visitar Washington en octubre próximo.
Según informa la red de televisión O’Globo, el programa “Fantástico” que emite la propia cadena brasileña tuvo acceso a una presentación realizada en la NSA en junio de 2012 donde se indica que fueron monitoreadas las comunicaciones de la mandataria brasileña, lo cual fue expuesto por el periodista estadounidense Glenn Greenwald, quien ha revelado la información filtrada por Snowden.
Tras las revelaciones, la presidenta Rousseff se reunió con el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, de Comunicaciones, Paulo Bernardo, o de Defensa, Celso Amorim, así como con el ministro de Relaciones Exteriores, el canciller, Luiz Alberto Figueiredo, quien se reunió en el Palacio de Itamaraty, sede de la cancillería brasileña con el embajador Shannon.
"Esto representa una violación inaceptable, inadmisible de la soberanía de Brasil. Ese tipo de práctica es incompatible con la confianza necesaria para la relación estratégica que existe entre los dos países", expresó Figueiredo en conferencia de prensa conjunta con Cardozo.
Según la información divulgada por la prensa brasileña, la NSA también espió al entonces candidato y actual presidente de México, Enrique Peña Nieto.
Las revelaciones llegan en un momento importante para las relaciones entre Brasil y Estados Unidos, cuando la presidenta Rousseff se prepara para visitar Washington en octubre próximo.
