Un nuevo banco de desarrollo internacional con una capacidad de 100.000 millones de dólares, respaldado por naciones en vías de desarrollo fue inaugurado, este martes, en Shanghai.
La prensa estatal china dice que se trata de un desafío para las instituciones de préstamo respaldadas por Occidente.
El Nuevo Banco de Desarrollo, NDB, surge después de tres años de negociaciones entre miembros del grupo BRICS, compuesto por Brasil, Rusia India, China y Sudáfrica.
El lanzamiento tuvo lugar poco después de la formación de otro banco multilateral, el Banco de Infraestructura e Inversiones Asiáticas, que fue organizado por Beijing.
“Obviamente, las nuevas instituciones van a romper el monopolio del Banco Mundial. Ahora, habrá más opciones para los prestatarios, quienes buscarán mejores términos entre diferentes instituciones” dijo Bala Ramasamy, profesor de economía en la Escuela internacional de negocios China-Europa, en Shangai.
Se anticipa que China domine ambas instituciones, dado que tiene la mayor parte con un 31 por ciento de las acciones.
En el NDB contribuyeron igualmente otros cuatro países con 50.000 millones de dólares iniciales, cifra que será duplicada posteriormente.