Ante la ola de crímenes que ha aumentado en más de un 5 por ciento en los hurtos y más de un 14 por ciento en los asaltos en establecimientos comerciales comparados con el año pasado, según la policía de Nueva York, asociaciones de bodegueros y restauranteros piden que los clientes se quiten la mascarilla antes entrar a un local, lo que contradice las normativas de bioseguridad.
“Cuando comenzó el Covid uno tenía que pedirle a las personas que se pusieran las máscaras, eso siempre causaba un problema con los clientes verdad. Ahora que ya estamos saliendo de la pandemia hay que pedirles que se la quiten”, cuenta Jeffrey García, presidente de la Asociación de restauranteros del estado de Nueva York.
El llamado ha sido secundado por el alcalde Eric Adams, ante los crímenes perpetrados por enmascarados y la dificultad que supone poder identificarlos por la policía.
“Ya mandé a hacer unos letreros para ponerlos en cada negocio donde hacemos la sugerencia que la persona debería quitarse la máscara antes de entrar al negocio para que su rostro quede claro en la cámara”, comenta Francisco Marte, presidente de la Asociación de bodegueros latinos.
Empleados de establecimientos trabajan con miedo y piden más vigilancia. Mientras que un grupo de activistas le ha pedido al gobierno estatal acciones para aumentar los cargos a quienes ataquen a empleados de locales comerciales.
“Considero que sí es necesario que se quiten la máscara porque sobre todo trabajamos en muchos lugares somos solo mujeres y el hecho de que vienen aquí y no sabemos quiénes son, pues a veces la cámara ni siquiera detecta”, dice Claudia Pérez, empleada de restaurante.
La asociación de bodegueros pide que se convierta en ley quitarse la mascarilla antes de entrar a un establecimiento pues ellos no pueden servir de policías. Ángela González, Voz de América, Nueva York.