“No a la minería, sí a los recursos naturales” es el lema de un grupo de manifestantes que marchó –o más bien cabalgó- hasta el Palacio Legislativo en Montevideo, capital de Uruguay, para protestar contra la instalación de una empresa minera en un pequeño pueblo del interior del país que invertirá unos $1.500 millones de dólares.
Cerca de 80 jinetes a caballo y vecinos de localidades que dicen que se verán afectados participaron de la marcha.
Alegan que es probable que “un emprendimiento de estas magnitudes deprede, destruya o contamine de forma grave al medio ambiente alcanzado (…)”, según un grupo de manifestantes que tiene un blog llamado “El pueblo frente a la minera Aratirí”.
Los integrantes de la marcha –que incluyen a un grupo de arqueólogos de la Universidad de la República- también están recolectando firmas en contra del proyecto, informó el periódico uruguayo El Observador.
El desarrollo minero de Aratirí se instalará en la localidad de Valentines, un pueblo en la frontera entre los departamentos de Florida y Treinta y Tres. Pero según los manifestantes y ecologistas, afectará a otros departamentos como Cerro Largo, Durazno y Rocha.
"Es un desastre ecológico que destroza más de 120.000 hectáreas y desplaza a 2.600 personas que trabajan en el campo", dijeron los grupos en un volante informativo que se puede ver en el grupo de Facebook "El pueblo frente a la minera Aratirí".
"Millones de toneladas de concentrado de hierro y oro se mandarán por un caño para la costa de Rocha, destrozando una reserva natural defendida por la Unesco", agregaron.
De concretarse el proyecto de la minera Aratirí, será el mayor emprendimiento minero en la historia del país con una inversión de $1.500 millones de dólares.