Una vez más el terror se apoderó de los estados de Tamaulipas y Michoacán, en México donde se reportó este domingo el hallazgo de un total de 14 cadáveres, que se suman a la lista de 60,000 muertos en los últimos seis años como consecuencia de la lucha contra el narcotráfico y la violencia.
Según informó la fiscalía de Tamaulipas, localizada al noreste de México y frontera con EE.UU. los primeros siete cadáveres estaban descuartizados y fueron hallados al interior de dos vehículos abandonados, una camioneta Ford pick-up y una Ford Explorer, ambas con matrículas de Texas, sobre la avenida principal de la ciudad de Nuevo Laredo.
En un breve comunicado la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas detalló que los cadáveres corresponden a cinco varones de edades comprendidas entre los 30 y 35 años, y uno de más de 50 años, más una mujer. Igualmente informaron que los cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense para identificar la identidad de las víctimas y las causas de las muertes.
Horas más tarde las autoridades del estado de Michoacán alertaron también sobre el hallazgo de otras siete víctimas carbonizadas al interior de un vehículo, el cual fue reportado por una llamada anónima. El auto quemado se encontró en una carretera en el municipio de Yurécuardo, en los límites con el estado de Jalisco.
Una fuente indicó que de inmediato acudieron al lugar elementos del Ejército y la policía federal.
Esta ola de violencia en los estados fronterizos con Estados Unidos en la zona conocida como la “frontera chica” se desencadenó con mayor fuerza desde que el cártel del Golfo y Los Zetas se dividieran en 2010.
El hallazgo de estos 14 cadáveres se produce días después de la captura de Iván Velásquez Caballero, alias “El Talibán”, uno de los líderes de los Zetas.
Según informó la fiscalía de Tamaulipas, localizada al noreste de México y frontera con EE.UU. los primeros siete cadáveres estaban descuartizados y fueron hallados al interior de dos vehículos abandonados, una camioneta Ford pick-up y una Ford Explorer, ambas con matrículas de Texas, sobre la avenida principal de la ciudad de Nuevo Laredo.
En un breve comunicado la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas detalló que los cadáveres corresponden a cinco varones de edades comprendidas entre los 30 y 35 años, y uno de más de 50 años, más una mujer. Igualmente informaron que los cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense para identificar la identidad de las víctimas y las causas de las muertes.
Horas más tarde las autoridades del estado de Michoacán alertaron también sobre el hallazgo de otras siete víctimas carbonizadas al interior de un vehículo, el cual fue reportado por una llamada anónima. El auto quemado se encontró en una carretera en el municipio de Yurécuardo, en los límites con el estado de Jalisco.
Una fuente indicó que de inmediato acudieron al lugar elementos del Ejército y la policía federal.
Esta ola de violencia en los estados fronterizos con Estados Unidos en la zona conocida como la “frontera chica” se desencadenó con mayor fuerza desde que el cártel del Golfo y Los Zetas se dividieran en 2010.
El hallazgo de estos 14 cadáveres se produce días después de la captura de Iván Velásquez Caballero, alias “El Talibán”, uno de los líderes de los Zetas.
