Al menos 48 personas han muerto por el devastador incendio forestal catalogado ya como el más destructivo en la historia de California, y que además calcinó más de 7.100 viviendas y otros edificios desde que comenzó el jueves pasado.
A finales de la noche del martes, los oficiales informaron que la cifra oficial de víctimas pasó de 42 a 48.
Más temprano el alguacil del condado de Butte, Kory Honea, mantuvo la cifra más reciente de unas 228 personas desaparecidas, pero advirtió que su oficina ha recibido más de 1.500 pedidos de "verificación de situación" de personas preocupadas por el destino de sus seres queridos.
Para el mediodía del martes, Honea informó que ya habían identificado a cuatro de las personas fallecidas.
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La primera es Ernest Foss, de 63 años, un músico de San Francisco que daba clases en la sala de su casa ante de mudarse a Paradise.
Su hija, Angela Loos, explicó que Foos decidió mudarse a la localidad de California porque la ciudad le resultaba muy cara. Foos tenía las extremidades hinchadas, lo que le dificultaba caminar, y usaba un tanque de oxígeno.
La otra persona es Carl Wiley, de 77, quien reacondicionaba neumáticos para Michelin. Su hijo James Wiley comentó que fue el alguacil Honea quien le informó había sido una de las víctimas del fuego.
Wiley relató que su padre era un veterano estoico y se habían mudado de Alaska al condado de Butte décadas atrás, pero que los dos no se habían hablado en seis años.
Entre las víctimas también estaría Jesús Fernandez, de 48 años y residente de Concow. Era conocido como “Zeus" y habría fallecido al lado de su perro, King.
El incendio denominado "Camp Fire" arrancó en las estribaciones de la Sierra del Condado de Butte, a unos 280 kilómetros al norte de San Francisco. Las autoridades estatales dijeron que la causa del incendio está siendo investigada.
El gobernador de California Jerry Brown, afirmó que el estado está "prácticamente hasta el límite" luchando contra los incendios forestales y expresó gratitud por la ayuda de los estados vecinos y del gobierno federal. Afirmó que han hecho lo posible para prevenir más incendios pero que, "algunas cosas solo Dios las puede hacer".
El secretario del Interior de Estados Unidos, Ryan Zinke, canceló un viaje planeado a Asia, por órdenes de la Casa Blanca, y viajará a California para apoyar los esfuerzos para contener los incendios forestales. Zinke planea reunirse con el gobernador Brown para ofrecer el apoyo de la administración.
Se anticipa que el número de víctimas mortales suba luego del incendio que arrasó la semana pasada Paradise, una localidad de 27.000 habitantes a unos 290 kilómetros (180 millas) al noreste de San Francisco.
Las autoridades llevaron dos morgues móviles a la zona y solicitaron 150 efectivos de búsqueda y rescate.
Las 42 muertes confirmadas representan la mayor pérdida de vidas de un solo incendio forestal en California, superando por mucho el récord histórico de muertes por un incendio forestal en el mismo estado con un registro de 29 fallecidos en 1933 por el incendio de Griffith Park en Los Ángeles.
Los restos de algunas de las víctimas del "Camp Fire" fueron hallados dentro de vehículos quemados que fueron rodeados por las llamas cuando las víctimas intentaban huir del siniestro, pero quedaron atrapados en el tráfico en la noche que comenzó el fuego.
Autoridades sostienen que los incendios se han propagado con una intensidad errática que ha agotado los recursos y ha mantenido a los bomberos luchando para poner freno a las llamas.