Los republicanos mantienen un sólido control en la Cámara de Representantes en las elecciones del 4 de noviembre, con un aventaja que podría alcanzar niveles históricos.
El Partido Republicano ganó más de 150 asientos al cierre de las urnas en el este y el medio oeste del país, y estaba seguro de superar 218 si los operadores tradicionales prevalecen como se esperaba en el oeste.
En cuanto a candidatos latinos, el demócrata conservador Alex Mooney venció por el distrito 2 de Virginia Occidental y es un nuevo representante hispano.
El retador republicano Evan Jenkins, un senador estatal demócrata convertido en republicano, noqueó a representante Nick Rahall, uno de los últimos demócratas blancos que se enfrenta el dominio del Partido Republicano en el Sur.
El representante demócrata John Barrow estaba luchando para mantener su escaño en Georgia rural.
Los republicanos aprovecharon la creciente insatisfacción con el presidente Barack Obama al momento que los votantes mostraron su frustración con el partido que controla la Casa Blanca.
El malestar generalizado en todo el país también arrastró a los demócratas.
Los republicanos ganaron el asiento de un demócrata moderado en Carolina del Norte y noqueó a otro demócrata en Florida.
Además, sumaron dos escaños pertenecientes a demócratas en Illinois, el estado adoptivo de Obama.
Unas dos docenas de titulares demócratas estaban en peligro, pero sólo un puñado de republicanos enfrentan carreras competitivas.
En un punto brillante para los demócratas, Gwen Graham, hija del exsenador y gobernador, Bob Graham, noqueó representante Steve Southerland en un distrito de Florida.
Bajos índices de aprobación de Obama, en torno al 40 por ciento, eran un lastre para los demócratas, al igual que el malestar del electorado con la amenaza del grupo Estado Islámico, el manejo del brote de ébola y la pérdida de empleos.
Signos económicos prometedores de una caída en la tasa de desempleo y la gasolina más barata no lograron ayudar el partido del presidente, que por lo general pierde escaños en las elecciones de mitad de mandato.
Una sólida mayoría del Partido Republicano significa que el presidente de la cámara, John Boehner, se puede permitir deserciones del sector más conservador se du partido y aun así aprobar leyes.