En Uruguay, la epidemia del VIH se mantuvo en cifras bajas, lo cual es “una buena nueva en relación a lo que es el día de hoy como reflexión”, dijo en una conferencia de prensa María Luz Osimani, directora del Programa SIDA del Ministerio de Salud Pública.
“Si observamos las cifras, en el 2004 teníamos un 0,45 por ciento de prevalencia general y al 2008 tenemos un 0,42 por ciento”, afirmó.
En cuanto a casos acumulados desde 1998, hay 12.356 personas con el virus del VIH en Uruguay y 3.722 con SIDA, según Osimani.
Las poblaciones que están en situación de vulnerabilidad son las personas en cárceles, con una prevalencia del virus del VIH del 5.5 por ciento, los hombres que tienen sexo con hombres, con una prevalencia del 9 por ciento, y los trabajadores sexuales (trans y taxi boys), con una prevalencia del 19.3 por ciento, informó el Ministerio de Salud Pública.
Osimani dijo a la prensa que “hay que trabajar fuerte” con las organizaciones que están en contacto con las poblaciones más vulnerables, porque “muchas veces son personas que acceden poco al sistema de salud y a los insumos de prevención”.
Asimismo, otro objetivo del Ministerio de Salud Pública es mejorar la distribución de condones y lograr que el uso del condón sea algo “natural” para la población.
“Con un gran esfuerzo, el ministerio ha ido aumentado la compra de condones”, dijo Osimani. “En 2005, compramos un millón y al día de hoy compramos casi 10 millones de condones”, aseguró.
Estos condones son comprados al Fondo de Población de Naciones Unidas a través de licitaciones internacionales y cumplen con todos los requisitos de la Organización Mundial de la Salud.
“La idea es que sea realmente accesible a la población y de alguna manera toda dama tenga un condón en su cartera y el caballero uno en su bolsillo. Tiene que ser parte de uno mismo”, explicó.
En los últimos cinco años, el Ministerio de Salud Pública se planteó cinco grandes objetivos. Uno de ellos fue “lograr que la población uruguaya incorpore prácticas de promoción de salud y prevención de ITS/VIH”.
El segundo, fue lograr la accesibilidad universal de salud integral de las personas viviendo con VIH y el manejo de las ITS.
El tercero, que los recién nacidos en el Uruguay estén libres de VIH y de sífilis congénita.
El MSP también estableció como objetivo “disminuir la estigmatización y la discriminación de la población con VIH/SIDA al interior de la sociedad uruguaya”.
Finalmente, se buscó “potenciar el sistema de vigilancia e información que permita diseñar políticas de salud, monitorearlas y hacer una evaluación de las mismas”.
A lo largo de una conferencia que se desarrolló en la sede del Ministerio de Salud Pública, María Luz Osimani contó cómo fue que la cartera intentó cumplir con estos cinco objetivos a través de distintas campañas y medidas implementadas.
Los desafíos continúan, según la expositora. Falta, por ejemplo, implementar el registro único de pacientes (que ya fue diseñado) para poder realizar el monitoreo y la evaluación de la atención integral de las personas viviendo con VIH a nivel nacional.
Además, es necesario “instalar el monitoreo y evaluación de la transmisión madre-hijo del VIH y la sífilis a los efectos de ajustar las medidas correctivas correspondientes”, entre otros desafíos.
De la conferencia participó la ministra de Salud Pública, María Julia Muñoz, el subsecretario de Salud, Miguel Fernández Galeano, y el director nacional de Salud, Jorge Basso.
También estuvieron presentes representantes de la Organización Panamericana de la Salud y Organismos Internacionales del Sistema de Naciones Unidas.