Investigadores y oncólogos han presentado tratamientos experimentales que podrían revolucionar el tratamiento del cáncer. Se reúnen en Chicago del 1 al 5 de junio en el congreso de la Asociación Americana de Oncología Médica (ASCO) por sus siglas en inglés.
La compañía estadounidense Bristol-Myers Squibb ha desarrollado un tratamiento que podría dar esperanza a pacientes con cáncer en estado avanzado, aunque la investigación se encuentra en un estadio muy inicial.
Las pruebas se realizaron en 500 personas en un estado avanzado de cáncer de pulmón, riñón o melanoma, y que no habían mejorado al recibir tratamientos convencionales. Uno de cada cuatro de esos pacientes, vio sus tumores considerablemente reducidos.
No obstante también hubo efectos secundarios tóxicos en el 14 % de los pacientes, y 3 de ellos murieron por inflamación de pulmón o neumonitis.
La base de este tratamiento es que en lugar de luchar directamente contra el cáncer favorece al sistema inmunológico. Asó el medicamento, rompe la caparazón que protege a las células cancerígenas, facilitando que el sistema inmunológico delos pacientes actúe y destruya esas células malignas.
Emilia: Un misil de precisión contra el cáncer de mama.
También para pacientes con cáncer en estados avanzados de cáncer de mama, es el estudio llamado Emilia, que presentó el domingo 3 un medicamento desarrollado por la compañía de biotecnología estadounidense Genetech.
El medicamento ha aumentado en 3,2 meses de media la supervivencia absoluta, durante los cuales la enfermedad no se desarrolló en pacientes con metástasis. Además es un medicamento con efectos menos invasivos que los convencionales, y no se cae el pelo.
Después de dos años, 654 de las 1.000 pacientes que se trataron con este medicamento siguen vivas, mientras que en un grupo de 1.000 pacientes que no lo recibieron, solo 475 siguen vivas.
“Para las pacientes de cáncer de mama con metástasis, este nuevo tratamiento representa una brecha de esperanza”, explicó la autora principal del estudio, Kimberly Blackwell, profesora de Medicina Oncológica en Duke.
Su funcionamiento, es utilizar un agente quimioterámico, llamado TDM1, mucho más potente que los que se usan hasta ahora. Pero precisamente por ser tan potente no se puede liberar en el cuerpo de los pacientes libremente.
Este tratamiento consigue dirigir las sustancias químicas que destruyen las células cancerígenas directamente, como si fuera un misil de precisión, a las células cancerosas, siendo más efectivo y causando menos efectos secundarios.
La compañía estadounidense Bristol-Myers Squibb ha desarrollado un tratamiento que podría dar esperanza a pacientes con cáncer en estado avanzado, aunque la investigación se encuentra en un estadio muy inicial.
Las pruebas se realizaron en 500 personas en un estado avanzado de cáncer de pulmón, riñón o melanoma, y que no habían mejorado al recibir tratamientos convencionales. Uno de cada cuatro de esos pacientes, vio sus tumores considerablemente reducidos.
No obstante también hubo efectos secundarios tóxicos en el 14 % de los pacientes, y 3 de ellos murieron por inflamación de pulmón o neumonitis.
La base de este tratamiento es que en lugar de luchar directamente contra el cáncer favorece al sistema inmunológico. Asó el medicamento, rompe la caparazón que protege a las células cancerígenas, facilitando que el sistema inmunológico delos pacientes actúe y destruya esas células malignas.
Emilia: Un misil de precisión contra el cáncer de mama.
También para pacientes con cáncer en estados avanzados de cáncer de mama, es el estudio llamado Emilia, que presentó el domingo 3 un medicamento desarrollado por la compañía de biotecnología estadounidense Genetech.
El medicamento ha aumentado en 3,2 meses de media la supervivencia absoluta, durante los cuales la enfermedad no se desarrolló en pacientes con metástasis. Además es un medicamento con efectos menos invasivos que los convencionales, y no se cae el pelo.
Después de dos años, 654 de las 1.000 pacientes que se trataron con este medicamento siguen vivas, mientras que en un grupo de 1.000 pacientes que no lo recibieron, solo 475 siguen vivas.
“Para las pacientes de cáncer de mama con metástasis, este nuevo tratamiento representa una brecha de esperanza”, explicó la autora principal del estudio, Kimberly Blackwell, profesora de Medicina Oncológica en Duke.
Su funcionamiento, es utilizar un agente quimioterámico, llamado TDM1, mucho más potente que los que se usan hasta ahora. Pero precisamente por ser tan potente no se puede liberar en el cuerpo de los pacientes libremente.
Este tratamiento consigue dirigir las sustancias químicas que destruyen las células cancerígenas directamente, como si fuera un misil de precisión, a las células cancerosas, siendo más efectivo y causando menos efectos secundarios.