Los tres principales candidatos a la presidencia de Brasil, para la primera ronda de las elecciones del 3 de octubre de 2010 son:
Dilma Vana Rousseff
La candidata del oficialista Partido de los Trabajadores, Dilma Rousseff, de 62 años, es la favorita para ganar las elecciones.
Pese a sus frecuentes gafes, la economista “mineira” debido a su origen de nacimiento, en la ciudad de Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais, y abuela recién estrenada, logró superar los cuestionamientos de nunca haber competido por un cargo electivo, para colocarse al frente de las preferencias de los votantes.
Rousseff acompañó al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, su mentor y quien la propuso como candidata, siendo ministra de Minas y Energía y ministra-jefe de la Casa Civil, el cargo que corresponde a jefe de gabinete.
La candidata presidencia Dilma participó en los movimientos de resistencia a la dictadura que gobernó Brasil entre 1964 y 1985 y fue prisionera política en Sao Paulo.
José Serra
Originario de una activa militancia política estudiantil, desde sus tiempos de la Universidad, José Serra de 68 años es el candidato del centrista del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
El candidato paulista, nacido en barrio de la Mooca, en Sao Paulo, Serra fue exilado político en 1964 tras el golpe de estado militar en Brasil.
Regresó a Brasil en 1977, y en 1988 fue miembro fundador del PSDB, siendo diputado y senador. Posteriormente fue designado como Ministro de Planeamiento y ya bajó el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, entre 1995-2002 se desempeñó como Ministro de Salud Público recibiendo un amplio reconocimiento por la exitosa campaña de combate al Síndrome de Inmunodeficiencia Humana Adquirida (SIDA).
En 2002 fue candidato a la presidencia y perdió ante para Lula da Silva, sin embargo en 2005 fue electo prefecto de Sao Paulo, la mayor ciudad de Latinoamérica con 21 millones de habitantes y en 2006 fue electo gobernador del Estado de Sao Paulo.
María Osmarina Marina Silva de Lima
Nacida en el Brasil profundo, en una muy humilde casa de palafito en el Seringal del nordestino estado de Acre, Marina Silva, de 52 años, bien puede ser vista como “a filha do Brasil”, la “hija de Brasil”, dado que su historia tiene similitudes por el grado de superación, con la del presidente Lula da Silva.
Marina Silva supo de primera mano lo que fue pasar hambre y necesidades y apenas comenzó su alfabetización a los 16 años, y su primer empleo fue como empleada doméstica.
En la actualidad cuando viaja en avión por Brasil, se la puede encontrar ocupando un asiento en la clase económica sin pedir tratamiento extraordinario, pese al reconocimiento nacional e internacional del que dispone.
Aspirante a monja en su juventud, Marina Silva comenzó su militancia política hasta integrarse al Partido de los Trabajadores (PT), fundado por Lula da Silva.
Fue aliada de del legendario Chico Mendes, el sindicalista que se transformó en símbolo de la defensa de la selva amazónica, tras ser asesinado por sicarios. En 1985 se integró al PT y en 1994 fue electa la senadora más joven de la historia de Brasil al llegar a la Cámara alta con sólo 36 años.
En 2003 asumió como ministra de Medio Ambiente, cargo al que renunció en mayo de 2008 por diferencia con el gobierno y en 2009 abandonó el PT para afiliarse al Partido Verde (PV), por el que se presenta como candidata a la presidencia.
