El agujero en la capa de ozono sobre la Antártida disminuyó su tamaño durante este año, respecto al 2011, según informó la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Este avance en materia medioambiental es el resultado de los constantes controles a las diferentes compañías en busca de frenar la emisión de sustancias nocivas para la capa de ozono, entre ellos la firma del Protocolo de Montreal, hace 25 años.
Dicha medida también ha contribuido a reducir los casos de cáncer de piel y cataratas. No obstante, el agujero aún sigue siendo más grande que en el 2010, según la agencia climática de Naciones Unidas.
"Las condiciones de temperatura y la magnitud de las nubes estratosféricas polares este año indican que el grado de pérdida de ozono será menor que en el 2011 pero probablemente mayor que en el 2010", dijo la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en un comunicado.
De otro lado, la OMM señaló que los clorofluorocarbonos (CFC), que alguna vez estuvieron presentes en los refrigeradores y aerosoles, permanecen mucho tiempo en la atmósfera, por lo que pasarán varios años para que sus niveles de concentración sean los mismos de la década previa a 1980.
El agujero de la capa de ozono sobre la Antártida, que actualmente mide 19 millones de kilómetros cuadrados, alcanzó su área de superficie máxima a finales de septiembre y una profundidad máxima a comienzos de octubre.
Hasta el momento se desconoce cuál será la evolución final del agujero de ozono al término del año.
Este avance en materia medioambiental es el resultado de los constantes controles a las diferentes compañías en busca de frenar la emisión de sustancias nocivas para la capa de ozono, entre ellos la firma del Protocolo de Montreal, hace 25 años.
Dicha medida también ha contribuido a reducir los casos de cáncer de piel y cataratas. No obstante, el agujero aún sigue siendo más grande que en el 2010, según la agencia climática de Naciones Unidas.
"Las condiciones de temperatura y la magnitud de las nubes estratosféricas polares este año indican que el grado de pérdida de ozono será menor que en el 2011 pero probablemente mayor que en el 2010", dijo la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en un comunicado.
De otro lado, la OMM señaló que los clorofluorocarbonos (CFC), que alguna vez estuvieron presentes en los refrigeradores y aerosoles, permanecen mucho tiempo en la atmósfera, por lo que pasarán varios años para que sus niveles de concentración sean los mismos de la década previa a 1980.
El agujero de la capa de ozono sobre la Antártida, que actualmente mide 19 millones de kilómetros cuadrados, alcanzó su área de superficie máxima a finales de septiembre y una profundidad máxima a comienzos de octubre.
Hasta el momento se desconoce cuál será la evolución final del agujero de ozono al término del año.